Bayer pretende recortar 12.000 empleos y deshacerse de su unidad de salud animal con la idea de aplacar a Wall Street, que ha castigado a la compañía por una serie de demandas interpuestas tras la compra de Monsanto por US$63.000 millones.
La compañía alemana anunció una serie de medidas, que incluyen la venta de sus segmentos de protección solar y cuidado de los pies, lo que aseguró impulsaría sus divisiones farmacéutica y agrícola. Los recortes, buena parte de ellos en Alemania donde los despidos pueden ser políticamente sensibles, equivalen a cerca del 10% de su fuerza laboral.
El valor de mercado de la farmacéutica ha caído unos US$34.100 millones desde agosto, cuando un tribunal de California falló en contra de su herbicida Roundup y señaló que pudo haber enfermado de cáncer a un jardinero de escuela. Al menos otras otras 9.000 demandas están pendientes.
Luego de que las acciones bajaran alrededor de 40% en el último año, Bayer enfrentó crecientes interrogantes sobre su continuidad como conglomerado. Sin sinergias entre divisiones que venden herbicidas, medicamentos contra el cáncer y collares repelentes de plagas para gatos, se esperaban cambios antes de una reunión en Londres el miércoles.
Los segmentos de salud de la empresa también enfrentan desafíos. La unidad farmacéutica perderá la protección de patente de sus dos principales medicamentos en los próximos cinco años y no cuenta con muchos nuevos productos para compensar eso. La división de salud del consumidor que reforzó hace cuatro años con marcas como Claritin tambalea y enfrenta su tercer año consecutivo de disminución de ventas.