Las acciones del gigante químico y farmacéutico alemán Bayer se desploma un 10% en la apertura de la sesión tras dictaminar un segundo juez estadounidense que el herbicida Roundup, basado en el glifosfato y comercializado por Monsanto antes de su compra por Bayer, provoca cáncer. Una vez dictaminada la culpabilidad queda por determinar la responsabilidad de la empresa en la promoción de este compuesto y en la posible ocultación ante el público de los riesgos.
La sentencia ha llegado ocho meses después de que otro juez fallase contra la empresa en un caso similar, condenando a Bayer a pagar US$ 289 millones a un jardinero, candidad que después un juez redujo a 78,6. En total la empresa afronta 11.000 demandas en las que se acusa a la empresa de vender a sabiendas un producto cancerígeno.
En este caso, Edwin Hardeman acusa a Bayer de haber provocado su cáncer después de haber estado usando el producto Roundup en su propiedad durante varias décadas. En el caso anterior, juzgado en agosto, el jurado determinó que la multinacional ocultó la peligrosidad del compuesto, con el que trabajó durante años Dewayne Johnson, un jardinero estadounidense que sufrió un linfoma no Hodgkin a causa del glifosfato.
La empresa rechaza las acusaciones e insiste en que el glifosfato no provoca cáncer, aunque añade que el caso Hardeman no sienta precedentes sobre posteriores acusaciones. No obstante, la compañía partirá ya con desventaja en nuevos procesos judiciales, según los expertos legales, puesto que ya no puede argumentar que el caso de Johnson o el de Hardeman son puntuales. Analistas de Bloomberg calculan que pactar extrajudicialmente todos los casos puede suponer un coste de 5.000 milones de dólares, unos 4.400 millones de euros.
El glifosfato es el herbicida más utilizado en el mundo y el más vendido de Monsanto, se lleva usando desde 1976, en 2015 la Organización Mundial de la Salud lo calificó como "probable cancerígeno". No obstante, autoridades médicas de la mayor parte de los países occidentales no lo señalan como tal.
Bayer completó el año pasado la compra de Monsanto por 55.000 millones de euros.