A pesar de que el Banco Central aseguró la semana pasada que su Tasa de Política Monetaria (TPM) seguiría en su nivel actual hasta que la inflación ceda y, en su informe trimestral anticipó un cierre 2023 cerca de su meta, el mercado sigue lejos de esa visión. Lo mismo para las proyecciones más de corto plazo.

Así lo mostró este lunes la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) del Banco Central, donde los expertos consultados anticipan que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre tendrá un alza mensual de 0,5%, con esto la inflación en 12 meses cerraría el año en torno a 13%, muy por encima de lo previsto por el BC la semana pasada. Además, para el cierre de 2023 espera una inflación de 5,0%, una décima menos que lo que estimaba el mes pasado, pero muy lejos del 3,6% que dice la autoridad monetaria.

Un primer dato que desajustó la visión entregada por el instituto emisor en su Informe de Política Monetaria (Ipom) de diciembre, fue el IPC de noviembre, el cual se publicó el mismo día del informe (el miércoles), y que, como se informó en esa oportunidad, tomó por sorpresa también al mercado al anotar un alza mensual de 1%, cuando las perspectivas apuntaban más bien a un 0,5%. Con esto, la estimación de 12,3% que pronosticó el BC para el cierre de año -a falta de solo un dato-, entró en el territorio de lo “improbable” porque, para que eso se cumpla, en diciembre el IPC debería caer entre 0,1% y 0,2%.

Al respecto, la propia presidenta del instituto emisor, Rosanna Costa, señaló este domingo en Pulso que “nuestra proyección estaría desalineada del dato anual, estando a un mes de ello, por esta sorpresa. Pero no se debe perder de vista que la meta de inflación del BC es a dos años plazo y nos estamos centrando en un solo dato. Todos sabemos que hay una tendencia en torno a la cual vamos a tener errores en una dirección y en otra. Hay que entenderla en un entorno en que el ajuste macroeconómico se está dando, liderado desde el consumo. El IPoM señala que es esencial para la convergencia de la inflación cerrar los desbalances macroeconómicos y lo que vemos en las cifras más recientes es una tendencia de la economía a ir cerrando los desajustes”.

El problema es que las expectativas a dos años también siguen desajustadas de la meta. Esto es lo que se conoce como “desanclaje”, es decir, que la estimación del consenso del mercado no está en el 3%, que es el objetivo de la política monetaria del instituto emisor a 2 años plazo.

De acuerdo a la EEE, el consenso de los expertos apuesta porque la inflación estará en 3,5% en 2 años, es decir, 0,5 puntos por sobre la meta. Esta es la misma previsión que se tenía el mes pasado, antes de los últimos mensajes del BC en su reunión de política monetaria y en su Ipom.

Si bien puede parecer poca la diferencia, sobre todo considerando que en agosto pasado esa estimación llegó a estar en 4%, hay que considerar que el Banco Central generalmente ha logrado mantener permanentemente las expectativas “ancladas”. De hecho, entre julio de 2011 y septiembre de 2021 la proyección a dos años nunca se movió de 3%. Una década de expectativas ancladas.

Diciembre y lo que viene

Ante esto, la economista de Euroamérica, Martina Ogaz, afirma que “el IPC de noviembre cambio algo la estimación del central del Ipom. Hasta ahora a diciembre la inflación cerrará en torno a 12,8%. Eso mismo ocurre para el próximo año, nuestra estimación está bastante alejada de lo que proyecta el BC, es lo que también internaliza el mercado en esta encuesta, dónde la expectativa se encuentra en torno al 5,0%. La gran diferencia creo que la veremos por el lado de los servicios y los efectos de segunda ronda que podrían generar presiones adicionales, más allá de bienes que es lo que hemos visto este año”.

Esto, en un contexto en el que se anticipan meses volátiles en cuanto a los precios, con temas como reajustes en el transporte y en la educación (en marzo) que no está del todo claro cuánto repercutirán.

Por su parte, Felipe Ruiz, economista del BCI, destaca que “más que una proyección puntual, el Banco Central estima que la inflación irá convergiendo al 3% en un horizonte de 2 años, acorde con su esquema de política monetaria. Pero la encuesta de expectativas, en cambio, reconoce un escenario más inflacionario y con perspectiva de inflación a 24 meses aún por sobre el 3%. Esta persistencia inflacionaria es apoyada además por el alto IPC de noviembre, que no fue capturado en su totalidad en la proyección del Ipom”.

De hecho, como en el mercado de todas formas esperan que la inflación ceda, aunque a un ritmo distinto de lo que dice el BC, se anticipa que en la subsiguiente reunión de política monetaria, es decir, la de marzo (en febrero no hay), ya se concrete una primera baja en la TPM, la que sería de 50 puntos base, pasando del actual 11,25% a 10,75%. Tal como el mes pasado, se espera cerrar 2023 con un tipo rector en 7%.

Además, para el Imacec de noviembre se anticipa una caída de 2%, la mayor baja desde febrero de 2021.