El Banco Central reforzó la idea de que mantendrá la tasas de interés en mínimos por un tiempo prolongado, y advirtió la necesidad de facilitar el crédito a las empresas para proteger el empleo, de acuerdo a las minutas de la última reunión de política monetaria realizada a principios de mayo, en la que decidió mantenerlas en 0,5%.
“Todos los consejeros coincidieron en que, dado el contexto macroeconómico causado por la pandemia y con la TPM en su mínimo técnico de 0,5%, no cabía otra opción que mantenerla en ese nivel y reforzar el mensaje que permanecería allí por un período prolongado”, señalan las minutas dadas a conocer este viernes por el instituto emisor.
Asimismo la totalidad de los miembros del consejo reafirmaron que, en las circunstancias actuales, las decisiones de política monetaria y estabilidad financiera estaban íntimamente ligadas, y que seguía siendo fundamental que se produjera un incremento significativo del crédito que mitigara la quiebra masiva de empresas que, siendo solventes, no podían enfrentar este shock por la fuerte necesidad de caja que se había generado en muchas de ellas".
“De producirse este aumento del crédito, se limitaría la destrucción de puestos de trabajo, repercutiendo en una más fácil reactivación de la economía que permitiría la convergencia inflacionaria y evitaría efectos adversos en el sistema financiero que pudieran profundizar los costos de la pandemia”, indican las minutas.
Mayor incertidumbre
Todos los consejeros concordaron en que, respecto de lo evaluado en el Informe de Política Monetaria (Ipom) de marzo, se apreciaba un empeoramiento de las perspectivas para la economía a nivel global, toda vez que había una mayor incertidumbre respecto de la forma, velocidad y desenlace del retiro de las medidas de control sanitario en Chile y el mundo.
Al mismo tiempo, se observaba una presión a la baja de la inflación en el corto plazo, un deterioro significativo de las expectativas de empresas y consumidores, y una expansión importante del crédito comercial desde el anuncio de las medidas de estímulo al mismo.
Sin embargo, también se apreciaban áreas de la economía a las que aún no llegaba el crédito en la escala de sus necesidades.
A juicio del consejo, todo lo anterior podía resumirse en que algunos riesgos se habían ido materializando y otros habían elevado su probabilidad, lo que impondría desafíos adicionales para las políticas públicas y las instituciones responsables de su aplicación.
En particular, solo considerando un escenario externo más negativo, podía anticiparse una ampliación mayor de la brecha de actividad que podría poner en riesgo la convergencia de la inflación a la meta.
En este contexto, todos los consejeros coincidieron en que era necesario revisar la efectividad de las medidas que se habían adoptado y eventuales cambios que permitieran mejorar las condiciones para que se produjera el esperado aumento del crédito.