El Banco Central ha enviado varias señales anticipando que no comenzará a bajar la Tasa de Política Monetaria (TPM), mientras la inflación no entregue señales claras de que se está desacelerando. Esta visión es compartida por BCI, que en su informe bimensual pone foco precisamente en la inflación.
De acuerdo al análisis que hace el departamento de Estudios, los precios muestran “aún incipientes señales de retroceder”. Esto debido a un dinamismo de la actividad algo mayor a lo previsto que determina que las holguras de capacidad de la economía se normalizan más lentamente.
En su diagnóstico, sostienen que la inflación continúa siendo el principal foco de atención, en especial la evolución de sus variables subyacentes, las cuales no tienen la misma dinámica que la inflación total. “En lo que va del año, la inflación pasó desde 12,8% en diciembre de 2022 a 11,1% anual en marzo de 2023. Donde las sorpresas positivas y negativas de los últimos meses se netearon, y el componente total mantiene una trayectoria en línea a lo esperado”, sostienen.
Por su parte, puntualizan que “la inflación sin alimentos y energía (abreviada como IPC SAE), ha tenido un aumento en lo que va del año, pasando desde 8,6% anual en diciembre a 9,4% anual en marzo”.
No obstante, en su informen afirman que esperan que, durante el segundo trimestre de este año, se acelerará de manera importante la disminución en la inflación total, la cual caerá cerca de 5 puntos porcentajes entre marzo y agosto de este año, pasando de 11,1% anual en marzo a algo sobre 6% anual en agosto.
“Luego esperamos que la inflación total se ubique algo bajo 5% en diciembre (4,9%), pero sobre las estimaciones que tiene el Banco Central en su IPoM de abril (4,6%). Ya para 2024 esperamos que la inflación vuelva al rango de tolerancia de 2% a 4% anual durante el segundo trimestre, para terminar el año en 3,3% anual, que es prácticamente la meta del instituto emisor”, subrayan.
A juicio de Bci Estudios, los riesgos para la inflación se encuentran equilibrados, aunque la dirección inflacionaria de 2023 apunta a un descenso, “una aprobación de un retiro de fondos de pensiones claramente tendría un efecto muy negativo sobre inflación. En la medida que la demanda interna continúe su proceso de ajuste, ello favorecería a la convergencia inflacionaria del 3%”.
Este escenario de mayor inflación llevará a que el Banco Central realice recortes en la Tasa de Política Monetaria (TPM) de manera más pausada y no antes de julio, dicen en BCI.
Indican que “el Banco Central se muestra proclive a mantener los niveles de tasa elevados por más tiempo, orientando al mercado hacia un inicio de recortes hacia el segundo semestre, con la reunión d julio como el momento donde vemos más probable el primer recorte”. De hecho, acotan que “la necesidad de mantener elevadas tasas de interés, llevará también a moderar la magnitud de los recortes”.
De esta manera, “prevén ajustes de 50 puntos base a la baja, como el inicio del ciclo de expansividad, terminando este año con un nivel de TPM en 8,75%”.
Hacia el próximo año proyectan un nivel de TPM de 5% hacia fines de 2024, alcanzando niveles coherentes “con tasa neutral hacia la primera parte de 2025″.
De acuerdo al análisis del banco, “esta expectativa ha permeado de buena manera en los precios de mercado, donde se ha observado un repunte en los niveles de tasa swap, tanto de plazos cortos como medianos. De hecho, tal ha sido el fenómeno de alza en tasas de mercado, que implícito en estos instrumentos, se observa una expectativa de TPM hacia fines de este año, que se sitúa cerca de 100 puntos base por encima del nivel de nuestro escenario base”.