BlackRock se ha destacado en los últimos años no solo por poner la mayoría de sus fichas en empresas e inversiones sostenibles, sino también por evangelizar en el mundo de los negocios sobre la importancia de las inversiones verdes y el cambio climático. Sin ir más lejos, en su presión constante a los empresarios por preocuparse del planeta, Larry Fink, presidente y director ejecutivo de BlackRock, dijo a principios de este mes que “las empresas públicas no deberían ser ecológicas al vender sus negocios sucios, porque al final esto no tiene un impacto en la huella de carbono general. En cambio, deben limpiar sus operaciones para ser más amigables con el medioambiente”.
Desde San Francisco (EE.UU.), Ben Ho, vicepresidente de BlackRock Sustainable Investments para Latinoamérica, hace la bajada de esta mirada hacia nuestra región y cómo las compañías están viendo las inversiones sustentables o basadas en el concepto de los elementos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, ESG (Environment Social y Governance). “Al considerar América Latina y los mercados emergentes de manera más amplia, se reconoce ampliamente que la sostenibilidad no está tan integrada ni tiene tanto enfoque como en los mercados desarrollados”.
¿Cuál es el sustento de esa afirmación?
- Esto se puede ver a través de las calificaciones ESG proporcionadas por fuentes como MSCI (Morgan Stanley Capital International) y Sustainalytics, quienes califican los mercados de mercados emergentes, en general, a un nivel más bajo que los mercados desarrollados. Sin embargo, los grandes inversores también se dan cuenta de que el nivel de sostenibilidad debe contextualizarse dentro de cada mercado. Los problemas sociales y ambientales que afectan a las empresas de Latinoamérica y de los mercados emergentes pueden diferir de los de los mercados desarrollados. Esto es más claro en los sectores de materiales, energía y servicios públicos, que tienden a constituir una parte importante de los mercados latinoamericanos. Estos sectores son impulsores clave de las economías de América Latina, brindan beneficios sociales y servicios públicos clave, pero también son emisores relativamente altos de gases de efecto invernadero.
¿Entonces?
- Por lo tanto, no necesariamente tiene sentido castigar a los mercados simplemente por la distribución del sector. Sin embargo, lo que sí importa es un enfoque profundo en el gobierno de la empresa y las estrategias para mejorar las características ESG en el contexto del mercado local y los estándares globales aplicables.
¿Qué falta a nivel regulatorio o legislativo en América Latina para atraer más inversiones sostenibles?
- Con respecto a la regulación financiera, estamos viendo un mayor enfoque en la divulgación de datos ESG por parte de empresas y emisores en todo el mundo. En EE.UU., la SEC ha publicado una serie de preguntas públicas al respecto, mientras que en Europa hay un enfoque significativo en la divulgación de datos de ESG. En América Latina, también hay avances en los reguladores. Específicamente, en Chile, hemos visto a la CMF publicar un borrador de política para comentarios públicos sobre la divulgación obligatoria del emisor de ESG en los informes anuales.
¿Cómo logran eliminar el factor “greenwashing” (lavado verde) cuando analizan si una empresa es interesante para invertir bajo criterios sustentables?
- La divulgación de datos ESG es clave. Proporciona un indicador del perfil de sostenibilidad de una empresa, pero también de su capacidad para supervisar y gestionar internamente los procesos y características sostenibles de su negocio. Creemos que la divulgación de datos de alta calidad que vayan más allá de “marcar la casilla” puede ayudar a mitigar el greenwashing.
Cuando realizan evaluaciones de inversión con un enfoque sustentable, ¿cómo capturan la opinión o sentimiento de stakeholders (grupos de interés) clave, como las comunidades o clientes de las empresas?
- La forma en que las empresas tratan a sus stakeholders es cada vez más importante. En medio de la desaceleración del mercado del primer trimestre de 2020, vimos cómo las empresas con mejores perfiles ESG superaron a sus pares y, al mirar hacia atrás, descubrimos que esos elementos son un predictor de la resistencia de la empresa en tiempos de cambio. Sin embargo, también existen otras formas de evaluar, como la satisfacción del empleado o del cliente. Un buen ejemplo de esto es el uso de sitios como Glassdoor, donde los empleados pueden publicar reseñas autónomas de las empresas en las que trabajan, o monitorear reseñas de productos en línea para comprender si los clientes están satisfechos con el producto o servicio de una empresa.
¿La pandemia ha acelerado el interés en inversiones sostenibles? ¿Hay alguna forma de medirlo?
- Ha acelerado enormemente el interés en la inversión sostenible. Si bien hubiera sido fácil creer que la demanda de sostenibilidad disminuiría durante una crisis económica y de salud mundial, los flujos hacia estrategias sostenibles durante el peak de las caídas del mercado del primer trimestre de 2020 fueron positivos: totalizaron US$ 34 mil millones. En segundo lugar, cuando ampliamos el horizonte temporal a todo el 2020, los flujos globales hacia fondos mutuos y ETF sostenibles se duplicaron en 2020 en comparación con 2019.P