Cuando la crisis financiera se estaba desatando en Estados Unidos, Ben Bernanke solicitó el manual para proceder y sus manos llegó un documento que "tenía cuatro páginas". Esa fue una de las anécdotas que compartió el ex presidente de la Reserva Federal en un seminario de Brooking, donde compartió con otros dos hombres claves del gobierno estadounidense en ese difícil año, el ex secretario del Tesoro, Henry Paulson, y el ex presidente de la Fed de Nueva York, Timothy Geithner.
El trío indicó que trabaja en una iniciativa que ayuda a las generaciones futuras de Estados Unidos a enfrentar una crisis, como la que ellos tuvieron que encarar de manera conjunta y que reconocen "es duro recordar".
"No convencimos al país en términos generales de que lo que estábamos haciendo era necesario, aunque creíamos firmemente que lo era", indicó Bernanke, admitiendo que "ese problema de comunicación aún está por ahí".
En una línea similar Paulson relató que intervinieron "antes de que los bancos colapsaran" e hicieron "algunas cosas para arreglar el sistema financiero, que son muy difíciles de explicar porque son objetables". Incluso, empatizó con esos cuestionamientos, señalando que "en los Estados Unidos de América hay un sentido fundamental de imparcialidad que tiene el pueblo estadounidense ... No quieres recompensar al pirómano".
Por su parte, Geithner recordó lo que sintieron cuando cayó Lehman Brothers. "Pensamos que iba a ser malo, y fue malo", dijo quien más tarde asumiría como secretario del Tesoro bajo la administración de Barack Obama. "Fue mucho peor de lo que pensamos, de lo que imaginamos. Fue una buena lección".