El 30 de mayo, por primera vez el sistema troncal, especie de Ruta 5 de la energía, se conectó de norte a sur a alta capacidad, con lo que ya no existen dos sistemas separados -los antiguos Sing y SIC- sino solo un gran tendido. Esto fue posible por la conexión de eléctrica Cardones-Polpaico, el mayor proyecto de transmisión eléctrica que se ha levantado en el país, a cargo de InterChile, filial de la colombiana ISA, una de las mayores firmas de transporte de energía de la región.
La concreción de la línea, no obstante, sufrió diversos contratiempos, lo que redundó en retrasos. Algunos fueron de alto riesgo, como la toma de algunas de las torres de alta tensión en la zona de La Dormida, en Olmué, protestando por la construcción.
"Yo diría que este proyecto sí fue muy desafiante. ¿Más que cualquier otro que hayamos realizado en la región? No sé. Pero está entre los más desafiantes, con más temas que aparecieron, difíciles de prever", explica a PULSO Bernardo Vargas, presidente de ISA, sobre el proyecto.
¿Cuál es su sensación tras haber concluido Cardones-Polpaico?
-Se ha logrado un hito grande. Estamos felices por dos razones: por haberlo cumplido y por lo que representa esta línea de transmisión para Chile, que permite una cantidad de cosas fabulosas como transmisión de ERNC que estaba sin poder ser transmitida del norte, una interconexión real del país, mejores precios de la energía. Y, además, porque lo logramos antes de la fecha que habíamos dicho, que era el 11 de junio. Todas esas cosas nos dan tranquilidad.
¿Hacen algún mea culpa por el retraso?
-Nosotros sentimos que hicimos la diligencia mayor posible para lograr concluir la línea. Lo que pasó es que hubo obstáculos que no dependían de nosotros.
La última medida de fuerza, con tomas de las torres, fue muy compleja. ¿Esperaban cosas así en Chile?
-No. Nosotros, en 50 años, tenemos 45 mil kilómetros de líneas construidas, donde hemos tenido en algunos momentos de divergencias, pero siempre nos han reconocido como una empresa respetuosa, responsable y que trata de hacer las cosas bien. Entonces no, no esperábamos para nada una oposición de ese tamaño (...). Los desafíos que tuvimos que enfrentar a lo largo de la construcción fueron mayores de los que teníamos pensado originalmente.
Invertir en Chile, ¿era lo que esperaban?
-Lo que sucedió acá no es razón para concluir que nuestra decisión de invertir en Chile fue negativa. Por el contrario, estamos convencidos que como grupo diversificado en América Latina, nuestra presencia de inversión en infraestructura en Chile es fundamental. Vamos a seguir invirtiendo acá y creemos en este país, nos gusta lo que viene, pensamos que todavía hay muchos desafíos y necesidades de infraestructura y queremos seguir (...). Acá hubo aprendizaje profundo para nosotros de ciertas cosas... Era nuestra primera obra grande en Chile.
¿Cuál fue el mayor aprendizaje?
-Chile es un país que tiene una clase media más robusta que otros de la región por cuestiones positivas, porque es un país más rico. Y lo que pasa es que cuando las clases medias crecen, se educan más que cuando no hay clase media. La clase media también puede ser beligerante respecto de obras que tocan su patio trasero y eso es normal. Creo que eso es una realidad que tiene Chile y que para nosotros fue un aprendizaje.
Dada la demora en la entrega del proyecto respecto del plazo original, hay un cobro de boletas de garantía en curso. ¿Creen que es justificado?
-Estamos argumentando legalmente que no. Los días que el ministerio cobró, lo hemos revisado en detalle y juzgamos que tenemos los argumentos legales suficientes para decir que hay fuerza mayor. Nos sentimos tranquilos. Además, lo que hemos hecho aquí es ir al detalle, como nunca antes en otro país, explicando día por día, porque juzgamos que los eventos que hacen un retraso son fuerza mayor.
¿Sintieron la presencia del Estado durante la construcción de la línea?
-Creo que sí. Me sentí siempre muy acompañado por el Ministerio de Energía. Lo que sucede con una línea de este tamaño y de estas dimensiones, es que hay muchos y múltiples agentes presentes. Hay una cantidad de agentes que tienen intervención a diferentes niveles que juegan en una obra de estas dimensiones.
Pero, ¿cree que ese apoyo policial, que llegó al final de la construcción, fue tarde?
-Nosotros la habíamos solicitado antes. No sé si pudo haber llegado antes, llegó cuando llegó.
¿Cree que el gobierno pudo haber actuado mejor?
-Me queda difícil contestar eso. Tendría que tener algún elemento para decirle el porqué (el apoyo policial) llegó tarde. Lo que sí, es que advertimos que lo necesitábamos y lo pedimos con anticipación y llegó después. Lo bueno es que llegó y llegó a tiempo. Nosotros habíamos dicho que íbamos a terminar el 11 de junio y fue el 29 de mayo. Si no hubiera habido apoyo policial, seguramente llegábamos al 11 de junio o quien sabe si después.
Ustedes partieron en Chile con el proyecto más grande que se haya construido en el país. ¿Fue algo muy ambicioso?
-Este proyecto fueron unos 980 kilómetros. Nosotros acabamos de construir en Brasil uno de 2.400 kilómetros a corriente continua. Además, proyectos de 1.000 kilómetros hemos hecho varios. Tenemos 50 años en esto. Esta no es una empresa recién llegada.
El presidente de la CPC; Alfonso Swett, dijo que una de las cosas que le preguntan los inversionistas es qué pasa con la certeza jurídica en Chile. ¿Sienten que ha cambiado o se ha debilitado?
-Yo solo puedo responder desde que estamos acá. Y desde que estamos acá, cuando he tenido que consultar algo a los jueces, hasta acá nos ha ido bien. No puedo comparar. Pero creo que el hecho de que haya ese esa opinión sobre Chile en el mundo, que acá hay certeza jurídica, es algo que ustedes los chilenos deben proteger con sangre. Por eso es que este señor lo propone y es algo que tiene que estar conversado, para evitar que eso se devuelva, porque si se devuelva, es grave. Pero en eso, si Chile tiene una percepción mejor que otros países, entonces hay que protegerlo con todo.
"Si un activo triplica su valor, cualquier dueño dice 'de pronto vendo'"
El proceso de venta de la participación que anunció el gobierno de una participación en ISA. ¿Puede cambiar el foco de la compañía?
Como pasa en el sector privado siempre, hay dueños que dicen que necesitan vender. Cuando yo entré a ISA hace cuatro años casi, el precio de la acción estaba en alrededor de 6.500 pesos colombianos y esta semana la acción se transó en 16.500 pesos. Cuando usted tiene un activo que se triplica en valor, cualquier dueño dice 'de pronto vendo'. Y eso, ha ayudado porque una de las empresas que tiene participación en ISA, que es EPM, está vendiendo una participación. Y el gobierno nacional, que es dueño del 51%, también ha dicho que tiene entre sus alternativas otros activos para vender.
Entonces no es un hecho que el gobierno nacional va a vender su participación en ISA?
-Lo que ellos informaron públicamente es que tienen necesidad de ingresos fiscales y para eso hay tres activos que están en evaluación, la empresa de petróleo, la de transporte de petróleo y nosotros y están considerando una posible venta. Eso han dicho. Desde el punto de vista nuestro, como administradores, es seguir haciendo las cosas bien.
Ahora, en Chile viene una licitación de una "megalínea" en corriente continua. ¿Tienen ganas de participar?
-Si a usted le dijeran que nosotros somos la única empresa que ha realizado una línea de 2.400 kilómetros de corriente continua, ¿usted pensaría que deberíamos participar? De todas maneras. Ahí, en esa línea, sí que tuvimos lecciones aprendidas profundas, porque la tecnología de corriente directa es una tecnología nueva.