Las conversaciones formales entre el Sindicato de Minera Escondida -el más grande de la minería privada- y la administración de la empresa, perteneciente a BHP, se iniciaron ayer, en el marco del proceso de negociación reglada que se inició hace dos semanas con la presentación del petitorio por parte de los trabajadores.
"Nuestro principal objetivo es llegar a un acuerdo razonable con nuestros trabajadores, en un nuevo contrato colectivo equivalente al actual", señaló el vicepresidente de Asuntos Corporativos de Minera Escondida, Patricio Vilaplana.
En el actual proceso -que se suma a dos intentos previos marcados por una huelga de 43 días en 2017 y la falta de consensos- los alrededor de 2.500 trabajadores solicitaron un reajuste salarial de 5% y un bono por término de negociación de $ 25 millones, equivalente al 4% de los dividendos reportados por la minera en 2017. Mientras que en su respuesta, la minera optó, por mantener los actuales beneficios, mejorando sólo los planes de salida de quienes quieran voluntariamente dejar la compañía.
A través de un comunicado a los socios, el sindicato indicó que la empresa les manifestó que no estaría en condiciones de hacerse cargo de todo el proyecto de convenio colectivo, solicitando focalizar los puntos a discutir.