BID advierte impacto del envejecimiento de la población en el crecimiento económico de la región
El organismo prevé que en dos décadas más del 20% de los habitantes de América Latina superarán los 75 años de edad.
La llegada del tsunami tecnológico y el envejecimiento de la población son los dos grandes retos que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha identificado para América Latina en las próximas dos décadas, cuando la región experimentará relevantes cambios demográficos, sociales y laborales.
Bajo el título "El futuro del Trabajo", la organización financiera ha reunido este lunes en un foro en Asunción (Paraguay) a decenas de representantes de la sociedad civil para debatir sobre las estrategias para hacer frente a esta nueva realidad.
El gerente del Sector Social del BID, Marcelo Cabrol, alertó a los asistentes de que el envejecimiento de la población será uno de los mayores desafíos para América Latina y el Caribe, donde prevé que en dos décadas más del 20% de sus habitantes superarán los 75 años de edad. Para Cabrol, este fenómeno se va a producir de una forma mucho más rápida que en otros continentes como Europa que ha tardado más de medio siglo en experimentar su transformación demográfica.
El gerente del BID advirtió que el envejecimiento de la población puede tener consecuencias directas en aspectos como el crecimiento económico o la redistribución de ingresos. Cabrol explicó que esta nueva realidad va a suponer un aumento en el volumen de trabajadores en profesiones como la medicina, la enfermería o la enseñanza que, según sus previsiones, aglutinarán en a 23 millones de empleados en América Latina en al año 2040.
El gerente destacó la importancia de acompañar la incorporación de nuevos trabajadores al mercado laboral con renovados planes educativos que garanticen el tipo de habilidades y entrenamiento que van a necesitar en el futuro.
"Todas las profesiones van a cambiar. No sabemos cómo ni para dónde pero sabemos que van a cambiar", aseguró. Según Cabrol, la llegada de las nuevas tecnologías y de la innovación va a transformar el mercado laboral de la región que se centrará en los próximos años en la calidad, eficiencia y personalización.
Sin embargo, subrayó que el desarrollo de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial implica también riesgos para la sociedad como la discriminación, la falta de privacidad o la opacidad de los modelos y políticas públicas. "Una cosa que tenemos que discutir en América Latina es el alcance de este tipo de regulaciones y cómo las vamos a aplicar", señaló el gerente que puso como referencia las normativas sobre uso de datos que ha puesto en marcha la Unión Europea.
Cabrol destacó la dificultad que existe para "legislar y discutir sobre ética" en la región pero invito al debate tanto a organizaciones civiles y gobiernos como a empresas privadas. "Hay que repensar la forma en la que utilizamos estos datos que son la verdadera infraestructura del futuro para políticas sociales distintas", agregó.
Por esa razón, el gerente del BID tendió la mano a grandes empresas como Facebook, Google o Microsoft en una conversación internacional para iniciar conjuntamente proyectos en América Latina. "Mientras aseguramos privacidad y ética, usamos datos para garantizar las políticas sociales", añadió.
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