El Banco Central, que fue uno de los primeros después de Brasil en iniciar el ciclo de ajuste monetario, ahora está siguiendo a Brasil al darla por finalizada. El peso tendrá un rendimiento inferior, pero se iba a debilitar de todos modos y las alzas de tasas ya no sirven para mucho más que para apuntalar la moneda.
Ayer por la tarde, el banco elevó su tasa de referencia en 50 puntos base, pero dijo que ya había terminado con las alzas. Los operadores de swaps habían estado descontando una probabilidad de aproximadamente el 50% de un aumento adicional de 25 puntos base, por lo que veremos una gran cantidad de receptores esta mañana.
Sin embargo, el cambio de postura no es totalmente una sorpresa. Las expectativas de inflación son las más bajas en meses. La creación de empleo se ha estancado y las ventas minoristas cayeron. El martes, las nuevas previsiones del FMI mostraron que Chile era el único país de la región que sufriría una contracción económica el próximo año.
En los últimos tres meses, el peso ha tenido la mayor volatilidad realizada de todas las monedas principales, incluido el rublo ruso. La volatilidad implícita es más alta que la del real brasileño y eso que Brasil se está preparando para unas elecciones profundamente divisivas dentro de las próximas semanas.
El peso está condenado por el déficit de cuenta corriente del país, que fue del 10% del PIB en el segundo trimestre. El déficit comercial de bienes del país fue el más profundo en una década en el tercer trimestre, lo que no augura nada bueno. Por lo general, los déficits tan profundos como el de Chile dan como resultado una recesión o una devaluación de la moneda.
El FMI dijo que la economía de Chile probablemente se contraerá un 1% el próximo año. Por lo general, eso podría reducir la necesidad de que el peso se debilite al frenar la demanda interna —y los pronósticos del banco central respaldan este punto de vista, ya que se espera que la demanda se contraiga y las exportaciones aumenten—, con la salvedad que también se espera que China, el mayor destino de exportación de Chile, experimente una desaceleración brusca.
Antes de la decisión de ayer, se esperaba que la brecha entre las tasas de referencia de Chile y Estados Unidos alcanzara casi 7 puntos porcentuales en tres meses, y cayera aproximadamente a 5,25 puntos porcentuales en un año y a aproximadamente 2,4 puntos porcentuales en dos años. Eso condenará al peso a una mayor debilidad.