El fabricante alemán de automóviles BMW profundizará los recortes de costos luego de que un incremento en los gastos de desarrollo contribuyeron a una caída de 27% en sus ganancias operacionales del tercer trimestre.
Las inversiones destinadas a desarrollar autómoviles eléctricos y de conducción autónoma, así como el gasto para impulsar la producción de los nuevos modelos de lujo de las series X5, X7 y 8, afectaron las utilidades de la automotriz, en un momento en que los aranceles impuestos entre China y Estados Unidos y una guerra de precios en Europa están erosionando los márgenes.
Los gastos de capital volverán a aumentar en el cuarto trimestre, anunció BMW, debido al inicio de la producción de una nueva versión de su modelo estrella, la serie BMW 3.
"Se necesitarán medidas adicionales para respaldar nuestros objetivos de rentabilidad", dijo sin dar detalles el jefe financiero de la empresa, Nicolas Peter, en una teleconferencia para analizar los resultados.
"A pesar de las difíciles condiciones, todavía estamos apuntando a un flujo de caja de 3.000 millones de euros para todo el año", agregó. "A la luz de los desafíos actuales, esto no será una tarea fácil".
Las ganancias de BMW antes de intereses e impuestos (Ebit) alcanzaron los 1.750 millones de euros, una cifra inferior a los 1.800 millones de euros pronosticados en un sondeo de Reuters, impactadas por los mayores precios de las materias primas, los efectos cambiarios y los 679 millones de euros destinados a provisiones por llamados a revisión de algunos de vehículos.