Ante la creciente posibilidad de una guerra comercial después de que la administración Trump anunció aranceles sobre US$ 50.000 millones de bienes importados de China, el presidente Xi Jinping está bajo presión para tomar represalias. Una idea de sus tácticas podría revelarse durante la visita del primer ministro francés, Edouard Philippe, a Beijing este fin de semana, donde intentará sellar un acuerdo por más de 180 aviones Airbus A320.
El pedido de US$18.000 millones, si se confirma, enviaría una fuerte señal a EEUU de que China tiene opciones efectivas para golpear con fuerza donde le duele. Es probable que la potencia asiática favorezca los aviones de Airbus para futuros pedidos, según Jin Wei, un investigador de aviación del Centro de China para el Desarrollo de la Industria de la Información, un centro de estudios con respaldo estatal en Beijing.
"Adjudicar grandes pedidos de aviones a Airbus será una llamada de atención a EEUU que China tiene alternativas y no teme enfrentarse con EEUU en el comercio", dijo Jin.
Esta estrategia también puede ayudar a China a generar divisiones más profundas dentro del Grupo de las Siete naciones, cuyos líderes en Europa y Canadá están luchando para adaptarse a los desafíos de un Trump impredecible en cuestiones que van desde la seguridad hasta las exportaciones.
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania llamó la semana pasada a las naciones europeas a unirse y llenar el vacío dejado por el retiro de EEUU de los acuerdos globales.
Para Philippe, un contrato de Airbus cerraría el negocio que su jefe, Emmanuel Macron, dejó tras su visita a China en enero. Las conversaciones sobre los aviones Airbus están en curso, de acuerdo con un asesor del primer ministro francés que pidió no ser identificado, aduciendo a políticas del gobierno. El asesor declinó señalar si el contrato se firmará la próxima semana.
Guillaume Faury, jefe de aviación comercial de Airbus, sería parte de la delegación empresarial que acompañará a Philippe en su viaje de cuatro días, que culmina en Beijing el lunes con una ceremonia de firma de acuerdos y una reunión con Xi.
Un representante de Airbus dijo que la compañía, con sede en Toulouse, siempre está en conversaciones con los clientes sobre sus requisitos de flota y no hace comentarios sobre asuntos diplomáticos. Boeing no quiso hacer comentarios.
Comprometer a China
Ciertamente, China no va a reemplazar completamente a Boeing con Airbus. La orden de Airbus tampoco es un hecho, dado que las relaciones entre China y Francia no están en perfecta sintonía. Aunque Macron se ha mostrado más inclinado a conectarse con China que sus predecesores y se ha comprometido a visitar el país una vez al año, dijo en Canadá este mes que el país asiático aún no puede unirse al G7 porque no comparte los valores del club.
Sin embargo, las políticas de Trump pueden darle a China suficientes razones para inclinar la balanza a favor de Airbus, dijo Corrine Png, máxima ejecutiva y fundadora de Crucial Perspective Pte., una empresa de investigación con sede en Singapur especializada en transporte.
"Esperamos que la participación de mercado de Airbus en China aumente en adelante", dijo.
China es un campo de batalla clave para Boeing, con sede en Chicago, y Airbus, ya que se proyecta que el país superará a EEUU como el mayor mercado de aviación del mundo el 2022. Boeing predice que China necesitará más de 7.200 aeronaves nuevas por valor de más de US$1 billón en los 20 años hasta 2036.
A diferencia de otros mercados en los que las aerolíneas deciden sobre los pedidos de avión, una agencia del gobierno central - China Aviation Supplies Holding Co. - es responsable de las compras antes de asignarlas a diferentes compañías estatales y compañías de leasing. Eso significa que las consideraciones políticas tienen mucho más peso en las decisiones.
"Si piensa como un burócrata, ¿con quién le gustaría hacer negocios? ¿Trump o Europa?", dijo Mohshin Aziz, analista de Maybank Investment Bank Bhd. en Kuala Lumpur. "En este momento la respuesta es bastante obvia".
Si Boeing es excluido del mercado, las aerolíneas chinas perderían poder de negociación para obtener descuentos en los pedidos de Airbus. Y las aerolíneas tienen poco margen de maniobra para cambiar las órdenes entre los fabricantes de aviones ya que los modelos con mayor demanda, como el A320neo de fuselaje angosto de Airbus, están agotados hasta principios de la década del 2020.
"No hay buenas opciones para los clientes con Airbus y Boeing actualmente sobrevendidos", dijeron el jueves Douglas Harned y Christian Laughlin, analistas de Sanford C. Bernstein & Co., en un informe a los clientes.