Bolivia espera que su crecimiento económico permita alcanzar a Chile en la próxima década y con ello tener una posición más determinante en cuestiones como su demanda marítima, aseguró hoy el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera.

El vicepresidente se refirió en una comparecencia ante los medios a la sentencia del pasado octubre de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que determinó que Chile no está obligado legalmente a negociar el acceso soberano al Pacífico que le reclama Bolivia, que perdió su salida al mar en una guerra con su vecino.

García Linera calificó de "frustrante" la sentencia, pero apuntó que al ritmo que crece la economía boliviana, hacia 2025 puede estar a la altura de la chilena e incluso en una década ser "más grande".

En ese escenario, "la voz de Bolivia va a ser muy distinta y Chile va a tener que modificar su actitud", apuntó.

La autoridad lamentó que en Chile "hoy nos ningunean" a Bolivia sectores conservadores, pero advirtió de que la importancia de su país en mercados del Pacífico y el Atlántico va a cambiar y con ello "la actitud de Chile hacia Bolivia".

Las demandas de una salida al mar, perdida en 1879, y sobre las aguas del Silala, pendiente del pronunciamiento en La Haya, entre otras cuestiones, enturbian las relaciones entre ambos países hasta el punto de que Chile lleva sin embajador en Bolivia desde 1978.

El vicepresidente esgrimió los datos publicados ayer precisamente en Chile por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que estimó un crecimiento de la economía boliviana del 4,4 % en 2018, mientras que para Chile calculó un 3,9.

"Está mal América Latina, pero Bolivia está arriba", comentó sobre la previsión de crecimiento para la región, del 1,2 %, mientras que la estimación para su país es de las mayores de Latinoamérica.