Las acciones de Brasil operaban con pérdidas este lunes ante la preocupación del mercado por los efectos que tendrán las medidas que anunció el gobierno para poner fin a la huelga de los camioneros, así como por el impacto económico que han tenido los ocho días de paralización.
A las 1424 GMT, el Ibovespa se hundía 4,50% a 76.501 puntos, y figuraba como el segundo índice que más caía en el mundo, después del indicador de la bolsa de Vietnam.
En tanto, el real retrocedía 1,68% frente al dólar, y se ubicaba como la moneda que más se depreciaba en el mundo.
El gobierno de Brasil realizó una serie de concesiones a los camioneros, como la reducción del diésel en 46 centavos y el congelamiento de sus precios por 60 días. Sólo la reducción del diésel tendrá un costo de 9.500 millones de reales en el presupuesto.
En tanto, Petrobras se hundía 7,93% luego del anuncio sobre los ajustes mensuales en el diésel, pese a que la empresa dijo que las medidas no le acarrearían perjuicios. Los papeles llegaron a desplomarse 9,09% a 18 reales, su nivel intradiario más bajo desde el 23 de enero.
Además, la baja de los precios del petróleo y el fortalecimiento del dólar reforzaban el ánimo negativo en la bolsa brasileña. El mercado local no tenía la referencia de Wall Street, que permanecerá cerrado hoy por un feriado en Estados Unidos.
Según Marco Tulli Siqueira, gestor de Coinvalores, pese a que son más evidentes los efectos sobre Petrobras por la paralización, además de estar afectada por los efectos potenciales, la huelga también ha afectado otros sectores.
"Hay un desabastecimiento generalizado, inclusive en la cadena de alimentos", destacó el gestor. El lunes, el fabricante de piezas para vehículos Marcopolo y Suzano Papel e Celusose anunciaron una paralización en sus actividades debido al paro de los camioneros.
Tras los últimos acontecimientos, los agentes financieros ven también un alza en el riesgo político, lo que complica más el incierto escenario de la elección presidencia de octubre.