Este viernes los principales mercados del mundo cerraron en terreno dispar, con Wall Street al alza y Europa sufriendo caídas.
La economía estadounidense creó más empleo de lo esperado en febrero, ya que el descenso de casos de Covid-19 y un alivio monetario gubernamental adicional por la pandemia impulsó la contratación en los restaurantes, afirmando la recuperación del mercado laboral. No obstante, es probable que pasen varios años para que el mercado laboral cure las profundas heridas infligidas por la pandemia, en su segundo año.
Además, la reacción del mercado prolongó el brote de volatilidad generado el jueves, cuando el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, mostró poca alarma por el alza del rendimiento de los bonos.
“La economía sigue haciendo la transición del virus a la vacuna, y es algo más duro de lo que nos gustaría”, dijo Steven Ricchiuto, economista jefe para Estados Unidos de Mizuho Securities USA en Nueva York a Reuters.
“En particular, le dice a la Reserva Federal que debe seguir con el pie en el acelerador, pero no necesariamente que tenga que poner más presión al acelerador”, agregó.
Hoy el retorno del Tesoro estadounidense a 10 años alcanzó un nuevo máximo de un año de un 1,626% después de que las nóminas no agrícolas aumentaron en 379.000 el mes pasado, superando el alza de 182.000.
El Dow Jones subió 1,85%, el S&P 500 creció 1,95% y el Nasdaq Composite aumentó 1,55%.
Los tres principales índices se recuperaron de las pérdidas sufridas a primera hora del día, porque en las últimas sesiones los inversionistas se habían visto asustados por la subida de los rendimientos de los bonos, lo que contrarrestó el optimismo sobre la recuperación económica.
En la jornada Microsoft subió un 2,15% e impulsó al S&P 500 más que cualquier otra acción, con ganancias también para Alphabet , Apple y Oracle también respaldando al índice.
El aumento de las tasas de interés perjudica de forma desproporcionada a las empresas tecnológicas, ya que los inversionistas las valoran en función de los beneficios previstos para los próximos años, y mayores tipos perjudican más el valor de los beneficios futuros que el de los de corto plazo.
A nivel local, la Bolsa de Santiago finalizó la jornada en terreno positivo y el IPSA, su principal indicador, trepó 0,28% hasta los 4.713,73 puntos.
El gerente de Estudios de Renta4, Guillermo Araya afirmó que “los bonos del tesoro anotaron una nueva alza de tasas, lo que afecta a todos los mercados, pues una mayor tasa implica mayor costo de endeudamiento y por lo tanto un freno a la recuperación económica global”.
Araya complementó que “como consecuencia de lo anterior, los inversionistas reducen su apetito por riesgo y se produjo una apreciación en el precio del dólar, en que el peso chileno subió a $737,5 alcanzando su mayor nivel desde el 4 de febrero de este año”.
Las acciones que más subieron en el día fueron Empresas Copec (+2,62%), Vapores (+2,32%), Falabella (+2,22%), CAP (+2,08) y Sonda (+1,45%). Mientras que los papeles que más cayeron fueron Concha y Toro (-3,01%), Parque Arauco (-2,59%), Entel (-2,29%), Cencosud Shopping (-1,46%) y Aguas-A (-1,15%).
Temprano en Europa las acciones cayeron debido a que los retornos de los bonos avanzaron ante las expectativas de inflación que fueron impulsadas por los sólidos datos de empleo en Estados Unidos.
El jueves los rendimientos de los bonos estadounidenses y europeos subieron después de las declaraciones de Jerome Powell, y los retornos estadounidenses también se vieron respaldados por datos de empleo más fuertes de lo esperado, que impulsaron las expectativas de inflación.
Pero las expectativas de los analistas para el crecimiento de la zona euro son mucho más moderadas este año, y algunos incluso celebran el aumento de los rendimientos de los bonos locales como una señal de reflación.
El Euro Stoxx 50 bajó 0,95%, el FTSE 100 cedió 0,31%, el Dax cayó 0,96% y el CAC 40 descendió 0,82%.
Datos mostraron que los pedidos de productos fabricados en Alemania aumentaron el doble de lo esperado en enero, ya que la robusta demanda externa compensó con creces la debilidad interna. Los analistas esperan que la demanda externa apoye al sector manufacturero de la zona euro este año.