El viernes volvía a ser un día frenético para los operadores, ya que otro aumento en el costo del préstamo en los mercados de bonos y del dólar hundía a las acciones, mientras los precios del crudo saltaban después de que la OPEP y sus aliados optaron por no aumentar su suministro por el momento.
Las nerviosas acciones europeas comenzaron con un declive que oscila entre el 0,6% y 0,7%, Asia cayó, el índice S&P 500 de Wall Street pasó brevemente a negativo para el año en la víspera y la medida mundial de bolsas de MSCI atravesaba su racha de pérdidas más larga en seis meses.
Esto ocurrió después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no se mostrara muy alarmado por el alza de los rendimientos el jueves, mientras que los activos mercados petroleros y el reporte de empleo estadounidense que se conocerá más tarde implican que este viernes será movido.
“Los mercados quedaron un poco decepcionados con lo que dijo el presidente Powell ayer”, dijo Henrietta Pacquement, de Wells Fargo Asset Management, en referencia a las esperanzas de que combatiría con más fuerza el aumento de los rendimientos.
Si los datos laborales de más tarde son sólidos, añadirá “gasolina al fuego”, afirmó, aunque los bancos centrales como la Fed y el Banco Central Europeo, que lidia con una zona euro más floja, tienen munición para luchar si los rendimientos comienzan a dispararse realmente.
“Tal vez Estados Unidos está en la mejor posición para subir las tasas, pero será más difícil para Europa y los ME (mercados emergentes)”, dijo Pacquement.
El retorno de los bonos referenciales alemanes a 10 años subía 2 puntos básicos, al -0,29%, algo por debajo de los máximos de casi un año tocados la semana pasada, cuando se intensificaron las presiones en el mercado de deuda.
El rendimiento de los papeles referenciales a 10 años del Tesoro estadounidense treparon 6 puntos básicos en la media hora de intervención de Powell. Cerraron la sesión en Estados Unidos con un alza de 8 puntos, al 1,564%, el nivel más alto desde mediados de febrero del año pasado.
Los precios del crudo trepaban en torno al 2% después de que el grupo OPEP+ acordó mantener en general sus recortes al suministro en abril, a la espera de una recuperación más sólida de la demanda.
El alza en el rendimiento de los bonos también elevaba la demanda de dólares. El índice dólar avanzaba a un máximo de tres meses de 91,734 unidades.
La firmeza del billete verde hacía que el yen cayera a 108,11 unidades, su mínimo desde el 9 de junio, mientras que el euro cotizaba también a la baja a 1,1955 dólares.
La fortaleza del dólar golpeaba a los precios del oro, que se hundían a un mínimo de nueve meses, ya que los inversores vendían el metal precioso para reducir el costo de oportunidad de tener el activo, que no devenga intereses. El oro al contado operaba a 1.697 dólares la onza, cotizando por debajo de los 1.700 dólares por vez primera desde junio de 2020.