Luego de un inicio de jornada en rojo, los principales mercados globales terminaron la jornada con ganancias. Esto pese a que hay un indicador que asusta: el movimiento de la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro de EEUU que ayer se invirtió una vez más este jueves. Este fenómeno, hay que recordar, generalmente anticipa una recesión.
Pero lo que algunos ven es que ante las evidentes señales de deterioro económico global, los bancos centrales, particularmente la Reserva Federal, podría embarcarse en un viaje de mayores bajas de tasas.
Los mercados europeos finalizaron sus operaciones con cifras mixtas, ante el incremento del nerviosismo de que la economía global podría encaminarse a una nueva recesión.
El dato de confianza del consumidor en Alemania también minó el ánimo de los inversionistas en las principales plazas bursátiles del viejo continente.
Wall Street, en tanto que comenzó sus operaciones a la baja, cerró con ganancias cercanas a un 1%, impulsada por el sector financiero y energético, que se ha visto beneficiado por un aumento en el precio del petróleo.
La bolsa de Santiago, también se acopló del optimismo que ha llegado a los mercados emergentes, y el IPSA subió un 0,11%.
Guerra comercial
Del lado de la guerra comercial, no hay grandes anuncios este miércoles, y los expertos esperan la entrada en vigencia este sábado de la primera ronda de aranceles que impuso Washington a productos importados de China por un valor de US$ 300.000 millones.
En China, precisamente, las autoridades barajan medidas de estímulo económico, pero no han concretado lo suficiente para cambiar el ánimo de un inversionista que sigue preocupado por la guerra comercial, consignó Cinco Días.
En el mercado de divisas destacaba la fuerte caída de la libra luego de las informaciones que apuntan a que Boris Johnson pidió suspender el parlamento británico. El dollar index, que mide a la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, entre ellas el euro, se mantiene estable en este minuto, de acuerdo a Bloomberg. Ayer, en Chile, no obstante, la divisa se disparó a su mayor nivel en tres años.
