El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, prometió este martes en Davos hacer compatible el desarrollo económico que quiere para su país con la preservación del medio ambiente, aunque no dio detalles de sus esperadas reformas económicas.

"El medio ambiente tiene que estar casado con el desarrollo (...) Pretendemos estar sintonizados con el mundo para disminuir el CO2 en la preservación del medio ambiente", afirmó en un breve discurso ante la élite política y económica del planeta, reunida como cada año en la estación de esquí suiza.

Bolsonaro recalcó que la agricultura solo ocupa el 9% del territorio nacional y el sector agropecuario un 20%. "Hoy el 30% de Brasil son bosques. Somos un ejemplo para el mundo, lo que podamos perfeccionar lo perfeccionaremos", aseguró.

En lo económico, sin embargo, y a pesar de la expectación que había levantado su discurso, el exmilitar de 63 años no dio detalles sobre sus reformas aunque sí dijo que quiere abrir Brasil al comercio internacional, prometió que al final de su mandato su país estará entre los 50 mejores para hacer negocios y que disminuirá la carga fiscal.

"El mercado esperó con gran ansiedad el discurso del presidente Bolsonaro en Davos pero se frustró con la brevedad de sus palabras y la falta de contenido 'firme'", dijo André Perfeito, un analista de Necton.

"Gozamos de la credibilidad para hacer las reformas que necesitamos y que el mundo espera de nosotros", aseguró Bolsonaro.

El presidente brasileño también prometió luchar contra la corrupción, una de sus promesas de campaña, y contra lo que llamó el "sesgo ideológico", en referencia a los anteriores gobiernos brasileños de izquierda.

"No queremos una América bolivariana como hace poco existía en Brasil con gobiernos anteriores (...) La izquierda no prevalecerá en esta región, lo que es muy bueno en mi opinión no solo para América del Sur sino también para el mundo", dijo.

Primera salida al extranjero

Se trata de la primera salida al extranjero de Bolsonaro, que asumió el cargo el 1 de enero y este año se convirtió en uno de los protagonistas del foro de Davos en ausencia de grandes líderes como Donald Trump, Theresa May o Emmanuel Macron, inmersos en sus propias crisis internas.

El lunes el Fondo Monetario Internacional dio un espaldarazo a la economía del país en sus nuevas previsiones. Según el FMI, la mayor economía latinoamericana está en la senda de la recuperación después de la recesión de 2015 y 2016, y auguró un crecimiento revisado al alza de 0,1 puntos porcentuales, hasta el 2,5% en 2019.

Bolsonaro está en el punto de mira de oenegés y organismos internacionales por sus posiciones climatoescépticas y en particular por su gestión del Amazonas.

"Nuestro mensaje a Bolsonaro es que no crea que el pueblo brasileño no se preocupa por el medio ambiente, por el Amazonas, por el desarrollo sostenible y que no malinterprete por qué fue elegido", aseguró a la AFP el director general de WWF, Marco Lambertini.

Por su parte Greenepace lamentó que el Foro ofreciera a Bolsonaro "una plataforma tan prestigiosa". "Estamos preocupados por sus planes, estamos preocupados por las señales que está dando tanto en la privatización del Amazonas como en retirar derechos a los indígenas. Las dos cosas van juntas", dijo a la AFP Jennifer Morgan, la directora ejecutiva de Greenpeace a la AFP.

Además de Paulo Guedes, su ultraliberal ministro de Economía, acompañan a Bolsonaro en Davos su ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, y de Justicia, el exjuez anticorrupción Sergio Moro, así como su hijo y diputado federal Eduardo Bolsonaro.

Reforma económica

En un adelanto de la política económica liberal por que la ha optado, Bolsonaro aseguró que en su gobierno se respetarán los contratos, se privatizará empresa públicas, se equilibrarán las cuentas públicas y habrá una mayor apertura al comercio internacional.

Anunció que Brasil se convertirá en un defensor activo del rol de la Organización Mundial del Comercio -cuyo director general, Roberto Azevedo, es brasileño- para que se reduzcan las prácticas comerciales desleales entre países.

"Estoy convencido de que al final de mi mandato estaremos situados entre los cincuenta mejores países para hacer negocios", comentó.

Nacionalismo e ideas liberales

Bolsonaro no siempre fue un adepto del liberalismo, al contrario, era conocido por sus posiciones a favor de una economía con intervención estatal.

"No está claro si las ideas liberales de Guedes son compatibles con el nacionalismo de los exmilitares que integran el gabinete de Bolsonaro", apunta Bruno Binetti, un experto del gabinete Inter-American Dialogue.

El nuevo presidente brasileño llegó además a Suiza en medio de una creciente polémica por los ingresos sospechosos de su hijo mayor Flávio, legislador de la Asamblea Legislativa de Rio de Janeiro y senador electo que asumirá funciones el 1 de febrero.

La situación regional también estará en la agenda de Bolsonaro en el foro, donde tiene una cena prevista con sus sus homólogos de Colombia, Ecuador, Perú y Costa Rica. Y en particular la situación en Venezuela, que tendrá un seminario específico en Davos, en el que Bolsonaro podría participar.