La pandemia del coronavirus ha obligado a muchos gobiernos a entregar ayudas de todo tipo a sus ciudadanos, para poder capear de mejor forma la peor crisis económica de las últimas décadas, y que aún no termina.

Cuando se evalúan los aportes fiscales para combatir los efectos de la pandemia, generalmente se incluyen medidas de alivio tributario, fondos de ayudas a pymes y otras empresas, reforzamiento de los planes de desempleo y otros. Pero, si bien todas esas medidas ayudan a reducir los efectos de corto y de mediano plazo, donde se ha puesto foco por estos días es en las transferencias directas a la gente.

En Chile, en medio de la discusión por el tercer retiro de los fondos previsionales, se han puesto sobre el tapete los montos y la cobertura de los distintos tipos de bonos implementados. La académica de la Universidad Adolfo Ibáñez, Andrea Repetto, puso el el tema la semana pasada, indicando que solo 2 puntos del PIB (de los 10 puntos que se han destinado a alivios por el Covid-19) llegó como apoyo directo a las familias, mientras desde el mundo político se ha instado por avanzar en ayudas más universales.

La subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, indica que “considerando exclusivamente los 10 pagos de IFE a la fecha, se han transferido cerca de US$5.200 millones, es decir, casi 6 veces el gasto de todas las transferencias de 2019 mencionadas. Además, esto no considera el gasto que se efectuará con el aporte de abril, que será el más alto de todos los IFE, con un costo estimado de US$1.800 millones, es decir, en un solo mes se transferirá cerca del doble del monto de la totalidad de las transferencias directas del año 2019”.

De acuerdo con datos de la División de Estudios de la Segpres, el primer Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) tuvo 10 pagos y llegó a cubrir a 8,2 millones de personas, lo que equivale al 42% de la población, mientras el segundo IFE ampliado, que se paga en abril, mayo y junio, alcanzaría a 13,3 millones, es decir, el 68% de la población (lo recibe el 80%del Registro Social de Hogares). “Asimismo, a cada uno de los pagos del IFE, se suman además el Bono Covid-19, los Bonos Clase Media 2020 y 2021, el Bono a los pensionados y a transportistas, así como también otras medidas”, dice Candia.

De esta forma, al comparar las coberturas de estos bonos especiales por Covid, como el IFE, serían las más altas de América Latina, según los datos informados por la Cepal en su informe Panorama Social 2020. Para 2021 algunos países ya han vuelto a presentar ayudas también.

Acá una mirada a cómo se están entregando este tipo de bonos en otras latitudes de la región, sumando además a EE.UU.

Estados Unidos

La elegibilidad está determinada por el ingreso bruto ajustado anual (AGI, en inglés) correspondiente a 2020 o 2019, dato que calcula el Servició de Impuestos Internos (IRS, en inglés), restándole al sueldo bruto las deducciones permitidas, como intereses de préstamos estudiantiles, pagos de pensión alimenticia o contribuciones de jubilación.

En 2020, se entregaron dos cheques en este país, uno por US$1.200 y otro por US$600, como máximo. Y este año, se está repartiendo un tercer cheque por hasta US$1.400 por persona.

Este cheque de US$1.400 lo reciben quienes tengan un registro en el IRS y no son contribuyentes (AGI inferior US$12.000) y quienes tengan hasta un máximo de US$75.000 de ingresos anuales si están registrados como solteros, de US$112.500 para jefes de familia y US$150.000 para parejas casadas.

Los elegibles también recibirán un pago adicional de US$1.400 por cada dependiente, es decir, menores de 17 años, adultos mayores, estudiantes universitarios y discapacitados. De esta manera, una familia de cuatro personas podría acceder hasta US$5.600.

Superados esos umbrales hay un margen acotado para quienes reciben un monto decreciente desde el cheque de US$1.400. De esta manera, si el AGI es superior a US$80.000 para individuos, US$120.000 para jefes de hogar y US$160.000 para matrimonios, no se es elegible. Así, en el último cheque de este año cerca del 39%de la población ha sido beneficiada (unos 127 millones de personas a la fecha), mientras el año pasado llegó a cerca del 51,5%.

Los estadounidenses han recibido la ayuda a través de depósitos directos, si tienen cuentas registradas en el IRS, o a través de cheques por correo a sus domicilios. A los primeros les llegó dos semanas después de que se aprobara la ley, mientras que el resto tuvo que esperar unos días más.

Brasil

Las transferencias que el Estado brasileño ha entregado durante la pandemia, a través de pagos que realiza la Caja Económica Federal, tienen un corte de elegibilidad por ingresos para individuos de hasta medio salario mínimo (550 reales o US$96) y para grupos familiares de tres salarios mínimos (3.300 reales).

Sobrepasados los umbrales señalados anteriormente, el promedio de ayuda que se recibirá mensualmente, entre abril y julio, será de 250 reales.

Las más beneficiadas son las mujeres jefas de hogar, quienes acceden al máximo de 375 reales, lo que de todos modos es inferior a los 1.200 reales recibidos en la primera ronda y los posteriores 600 de la segunda. En tanto, los individuos en esta ocasión accederán a 150 reales, mientras que otro tipo de grupos familiares recibirán 250 reales.

La Caja Económica Federal hace efectivo esos pagos a quienes llenaron el registro que abrió el gobierno para estos fines el año pasado, sin abrirse un nuevo proceso.

Según los datos del gobierno, 67,9 millones de personas estaban cubiertas por los “coronavoucher”, como les llaman los brasileños, hasta el 14 de diciembre de 2020. Esta cifra representa un tercio de la población brasileña, estimada en 212 millones de habitantes, según el Instituto Brasileño de Estadísticas y Geografía.

Los datos en la materia, sobre la nueva entrega, aún no han sido publicados, aunque no debiera variar mucho dado que se mantuvieron los criterios de elegibilidad.

Argentina

Argentina implementó su propio Ingreso Familiar de Emergencia, al cual pudieron acceder tres veces, con posibilidades de extensión, las personas desempleadas, quienes trabajan en la economía informal, los que están inscritos en las dos categorías más bajas de un total de 11 escalas del monotributo, trabajadoras de casas particulares y personas que cobran Asignación Universal por Hijo o Asignación por Embarazo para Protección Social.

Cumplidos estos requisitos, solo un integrante por familia podía acceder a un cheque mensual y estandarizado por 10.000 pesos argentinos mensuales (US$107,36 al cambio actual, unos $75.000 chilenos).

Si bien en un comienzo se consideró que 7,9 millones de personas se verían beneficiados con la ayuda, finalmente fueron 8,8 millones, lo cual equivale a cerca del 20% de la población total transandina.

Para formar parte de ese grupo, los argentinos debieron pasar dos etapas en el formulario digital de Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), la de “Preinscripción” y la “Inscripción, Solicitud y Validación de Datos”.

Una vez aprobado el IFE, se daba la alternativa para recibir el monto antes señalado, preferentemente, a través de una transferencia bancaria. De hecho, el año pasado se abrieron más de 4 millones de cuentas bancarias. Si no se podía acceder a esa modalidad, las alternativas eran cuotas mediante Punto Efectivo (cajeros automáticos) y Correo Argentino.

Como la emergencia no cesó, este año el gobierno argentino implementó el Refuerzo de Emergencia Sanitaria, el cual está dirigido a mucho menos personas, solo el 6% en relación al 20% que adquirió el IFE, y consta de una sola transferencia 15.000 pesos argentinos.

Los que acceden a este beneficio son quienes ya son beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, Asignación por Embarazo y Asignaciones Familiares. Este pago comienza el lunes de la próxima semana.

Todo esto, en un escenario en el que la inflación anual en Argentina ya llega a 42,6% y se está además acelerando, lo que genera que los montos entregados tengan un efecto mucho menor, justo cuando el gobierno está aumentando los confinamientos, mientras los casos siguen aumentando.