Los bonos chilenos cayeron el viernes después de que Moody’s Investors Service rebajara sorpresivamente la calificación crediticia de la nación y advirtiera que el rechazo de una nueva Constitución generará un mayor gasto público.

Incluso mientras los mercados locales de Chile permanecieron cerrados el viernes por un día festivo, los tenedores de bonos globales llevaron US$2.000 millones en bonos con vencimiento en 2028 a una caída de alrededor de medio centavo a un mínimo de dos semanas de 93 centavos de dólar. El jueves, Moody’s rebajó su calificación para Chile en un nivel, hasta “A2″, citando las probabilidades de que la nación opte finalmente por una Carta Magna que mitigue los riesgos sociopolíticos y genere un mayor gasto.

Es una preocupación que ha sido compartida por los participantes del mercado, que vieron cómo los votantes chilenos rechazaron una propuesta de Constitución a principios de este mes. Esto representó un duro golpe para el presidente Gabriel Boric, que confiaba en que la nueva Carta Magna ayudaría a reformar los sistemas tributario, de pensiones y laboral, impulsar los servicios sociales y reducir la desigualdad.

“Esperaríamos un texto constitucional que sea menos amigable con el mercado que la Constitución actual, dados los mayores derechos sociales y un mayor papel del Estado, lo que llevaría a un mayor gasto público”, dijo en una nota Sebastian Rondeau, estratega de Bank of America en Nueva York.

Para Moody’s, parte del riesgo también radica en la disminución de la fortaleza fiscal de Chile, que se ha vuelto menos efectiva para compensar el riesgo. La relación deuda-PIB de la nación aumentó a alrededor del 36% en 2021, desde cerca del 11% en 2011, y el analista William Foster espera que suba por encima del 40% en el mediano plazo.

La deuda externa de la nación ha disminuido casi un 19% este año en promedio, según datos compilados de un índice de Bloomberg. El peso registra una baja de más del 7% en lo corrido de 2022.