Botsuana ha reintroducido la caza de elefantes después de una prohibición cinco años. Aunque con una política cautelosa de fijación de precios, el levantamiento del veto probablemente azuzará aún más la controversia que amenaza a una industria turística de US$ 2.000 millones.
El gobierno subastará las licencias a los operadores de caza por el derecho a disparar a 158 elefantes, pero aún debe decidir el precio mínimo para las ventas, asegura Kitso Mokaila, ministro de Medio Ambiente del país.
También habrá un cargo de 20.000 pulas (US$ 1.834) por cada una de las 72 licencias de caza de elefantes designadas para extranjeros, según documentos gubernamentales vistos por Bloomberg. Eso se compara con al menos US$ 21.000 que cuesta el derecho a disparar a un elefante en la vecina Zimbabue.
Botsuana tiene la población de elefantes más grande del mundo, con alrededor de 130.000 animales que deambulan libremente por todo el país.
"Es un precio muy razonable", asegura Dries van Coller, presidente de la Asociación de Cazadores Profesionales de Sudáfrica. "Prefieren actuar con precaución y ver cómo va".
El presidente de Botsuana, Mokgweetsi Masisi, puso los paquidermos en el centro del debate antes de las elecciones de octubre, rompiendo filas con su predecesor, Ian Khama, y los conservacionistas, muy enfadaos cuando dijo que los elefantes son numerosos y amenazan a los ciudadanos que viven en las aldeas. Si bien su postura ha ganado un amplio apoyo rural, ha provocado advertencias de activistas estadounidenses de que los turistas pueden decidir viajar a otro país.
Alineado con sus vecinos
Aún así, al levantar la prohibición de caza, Botsuana se ha alineado con sus vecinos. El número de licencias de caza está por debajo del límite que se impuso a sí mismo de 400 y se compara con 500 licencias en Zimbabue y 90 en Namibia. En Sudáfrica, los cazadores extranjeros generaron 1.950 millones de rand (133 millones de dólares) en 2017.
Anualmente se caza menos de 50 elefantes en Sudáfrica, y Zambia ha asignado 37 licencias para este año.
El costo total de una caza de elefantes generalmente implica varios cientos de dólares por día para los cazadores profesionales que acompañan a los turistas, así como el alojamiento y las tarifas de taxidermia. Las cazas pueden durar de 10 a 18 días en promedio. La mayoría de los cazadores de trofeos en el sur de África proceden de EE UU.
"Queremos comenzar con cautela y constancia para ver si todo lo que queremos bajo las pautas se puede hacer correctamente", afirma Mokaila. Las ventas comenzarán pronto, añade.
El turismo, principalmente en forma de safaris fotográficos, representa una quinta parte de la economía de Botsuana.