BP pronostica una caída de la demanda de petróleo en los próximos 30 años en los tres escenarios analizados como consecuencia de la crisis derivada del Covid-19, según señala en sus perspectivas energéticas anuales.
En concreto, la petrolera británica augura una reducción del 10% para 2050 en el escenario Business-as-usual o BAU (sin cambios), alrededor de 55% de reducción en el escenario Rapid (rápido), llegando al 80% en Net Zero (emisiones netas cero).
Según BP, en el primer escenario la demanda se mantiene plana hasta principios de la década de 2020 y tanto en Rapid como en Net Zero, la demanda de petróleo nunca se recupera del todo de la caída causada por el Covid-19.
La compañía achaca la disminución de la demanda de petróleo a la creciente eficiencia y electrificación del transporte por carretera. En los tres escenarios, según BP, el uso del petróleo en el transporte alcanza su punto máximo a mediados y finales de la década de 2020.
La participación del petróleo para el transporte cae de más del 90% en 2018 a alrededor del 80% en 2050 en BAU, al 40% en Rapid y a solo el 20% en Net Zero.
Por otro lado, la petrolera pronostica que la demanda mundial de energía va en aumento en los tres escenarios, impulsada por el incremento de la prosperidad y los niveles de vida en el mundo emergente.
Así, la demanda de energía primaria se estanca en la segunda mitad del período previsto en el informe de perspectivas en el seguno y tercer escenarios a medida que se aceleran las mejoras en la eficiencia energética. En BAU, por su parte, la demanda sigue creciendo a lo largo de todo el período previsto, alcanzando alrededor de un 25% más para 2050.
Por otro lado, según estudios de la compañía, la transición a un sistema energético con menos emisiones de carbono da lugar a una combinación energética más diversa, ya que en los tres escenarios se observa una disminución de la participación del sistema energético mundial correspondiente a los hidrocarburos y el correspondiente aumento de las energías renovables a medida que el mundo se va electrificando.
La escala del cambio varía “significativamente” entre los escenarios, con la disminución de la participación de hidrocarburos en la energía primaria de alrededor del 85% en 2018 a entre el 65 y el 20% en 2050 y el aumento de la energía renovable entre el 20%-60%.
Las previsiones de BP de 2020 exploran la transición energética hasta 2050 utilizando tres escenarios principales. “No se trata de predicciones, sino que teniendo en cuenta suposiciones alternativas sobre el contexto político y social, están diseñados para ayudar a explorar los diversos resultados posibles en los próximos 30 años”, precisa la empresa