Brasil anunciará el martes una contracción económica récord en el segundo trimestre, que puede llegar a 10%, y entrará en una recesión mitigada sin embargo por las ayudas estatales masivas acordadas para enfrentar la pandemia de coronavirus.
Por su gran peso en las finanzas públicas, los subsidios deberían ser drásticamente reducidos en septiembre y esto genera temores de que, sin esa red, la mayor economía latinoamericana caiga en picada.
El Ministerio de Economía prevé una contracción de 8% a 10% del PIB en el periodo abril-junio respecto al primer trimestre, cuando ya había retrocedido 1,5%, con lo cual el país entrará formalmente en recesión.
Las medidas, que incluyen reducciones de tributos diversos, costaron 505.400 millones de reales (US$92.000 millones) y representan un 7,3% del PIB proyectado para 2020. Un porcentaje superior al promedio de 6,3% en 30 países avanzados de la OCDE, según la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Economía.