Brasil, el segundo mayor accionista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), apoya la destitución del presidente de la entidad en medio de una investigación sobre la falta de cumplimiento del código de ética, según un alto funcionario del Gobierno de la nación sudamericana.
La Administración del presidente Jair Bolsonaro considera que Mauricio Claver-Carone no puede seguir dirigiendo el banco con sede en Washington después de que una investigación interna sacara a la luz una supuesta relación amorosa con una subalterna en aparente violación de las normas del banco, dijo el funcionario, que pidió no ser identificado porque la postura del Gobierno no es pública.
El Gobierno brasileño, que tiene una participación del 11,4% en el banco y que junto con Estados Unidos y Argentina tiene casi el 53% de su poder de voto, espera que se resuelva pronto el caso, ya que Claver-Carone está perdiendo apoyo interno, según la fuente.
El Ministerio de Economía de Brasil, que supervisa la relación con el BID, declinó hacer comentarios, al igual que la oficina de prensa del BID.
El nombramiento de Claver-Carone, exfuncionario de la Administración Trump, para dirigir el banco de desarrollo tradicionalmente enfocado en América Latina, abrió una brecha entre EE.UU. y la región en 2020. Fue el primer ciudadano estadounidense en liderar una institución tradicionalmente presidida por un latinoamericano desde su creación en 1959.
Aunque Brasil apoyó en su momento su candidatura como parte de un acuerdo entre Bolsonaro y Trump, la relación entre Claver-Carone y el ministro de Economía, Paulo Guedes, ha sido difícil, con enfrentamientos por los representantes brasileños en el banco, dijo la persona.
Se espera que Claver-Carone se dirija al directorio del banco el jueves para responder a las acusaciones en una sesión con los directores ejecutivos de la institución, informó anteriormente Bloomberg News.
En un comunicado publicado el martes en el sitio web del BID, Claver-Carone dijo que cooperó plenamente con la investigación y afirmó que “no corrobora las acusaciones falsas y anónimas que se hicieron contra mí o el personal del BID en la prensa”.
Claver-Carone calificó en abril las acusaciones en su contra como una campaña política en los medios para socavar el trabajo de su equipo.