Buffett usó su carta anual a los inversionistas para asegurar que él y sus sucesores serían administradores cuidadosos de su dinero en Berkshire, donde “el paso del tiempo” y “una calma interior” ayudarían a servirles bien.
A pesar de la desaparición el año pasado de más de 31.000 puestos de trabajo de la fuerza laboral de Berkshire, Buffett mantuvo su optimismo característico, recomprando un récord de US$ 24.700 millones de sus acciones en 2020 en una señal que considera que está infravalorada.
También elogió la capacidad de la economía para soportar “interrupciones severas” y disfrutar de un progreso “impresionante”.
“Nuestra conclusión inquebrantable: nunca apuestes contra Estados Unidos”, dijo.
La carta rompe un silencio inusual para Buffett, de 90 años, quien ha sido casi completamente invisible para el público desde la reunión anual de Berkshire en mayo pasado.
Pero mientras toca temas familiares, incluida la avaricia de los banqueros de Wall Street por las tarifas de negociación que los benefician más que a las empresas que representan, Buffett no se detuvo en la pandemia, un factor principal detrás de la pérdida de empleos de Berkshire.
Tampoco abordó los recientes disturbios sociales o el ambiente político divisivo que algunas empresas ahora abordan de manera más directa.
Buffett también señaló un compromiso a largo plazo con Apple Inc, donde Berkshire finalizó 2020 con US$ 120,4 mil millones en acciones a pesar de vender recientemente varios miles de millones de dólares más.
Berkshire el sábado también reportó ingresos netos de US$ $ 35 mil millones en el cuarto trimestre y US$ 42 mil millones para el año, ambos reflejando grandes ganancias de sus acciones.
Las recompras de acciones han continuado en 2021, con Berkshire recomprando más de US$ 4 mil millones de sus propias acciones.
Sin embargo, Buffett lamentó que la renta fija sea una inversión y dijo que “los bonos no son el lugar para estar en estos días”. Los ingresos de un período de 10 años en EE. UU. Los bonos del Tesoro cayeron un 94% desde un rendimiento del 15,8% en septiembre de 1981 al 0,93% a fines de 2020. Los rendimientos de los bonos del Tesoro de referencia han aumentado desde entonces, pero siguen siendo bajos según medidas históricas. “Los inversores de renta fija en todo el mundo, ya sean fondos de pensiones, compañías de seguros o jubilados, se enfrentan a un futuro sombrío”, decía la carta