Finalmente, el polémico proyecto que responsabiliza a la banca ante fraude con tarjetas fue aprobado hoy en la Cámara de Diputados, por lo que ahora deberá pasar nuevamente al Senado, donde se verá por última vez.
Lo que propone la iniciativa es que los usuarios no deban pagar un seguro contra fraudes, sino que más bien es el banco el que siempre debe responder en caso de que el cliente reclame que le robaron dinero de su cuenta. Es más, la devolución debe ser hecha en un máximo de siete días.
Esto, siempre y cuando el usuario haga la denuncia al banco en un plazo máximo de 90 días desde que fue notificado de los movimientos en su cuenta. Por otro lado, en caso que el banco considere que no hubo fraude, puede acudir a la justicia, pero antes de eso debe devolver el dinero hasta el fallo del tribunal.
Gobierno respalda el proyecto
Pese a los reparos que ha manifestado la banca sobre el proyecto, donde han apuntado que podría incentivar el auto-fraude, el ministro de Economía (s), Ignacio Guerrero, comentó antes de la votación de la iniciativa: "creemos en la libertad de las empresas, pero no a costa de los consumidores".
En ese sentido, explicó que, según cifras de la SBIF, si a una persona le roban su tarjeta de débito y lo defraudan, pueden pasar más de 40 días hasta que el banco devuelva el dinero, mientras que en el caso de las tarjetas de crédito y transferencias electrónicas fraudulentas, esa demora puede extenderse hasta 120 días.
"Se convierte en un período de demasiada incertidumbre para el usuario afectado por fraude", dijo.
Además, agregó: "El gobierno comparte plenamente el espíritu de la iniciativa...viene a establecer un justo equilibrio (entre consumidores, sistema de pagos, y empresas)". Por otra parte, aclaró que "ni la Comisión (de Economía) ni esta Cámara, ni este Gobierno, legisla para un grupo específico de la sociedad...no nos dejamos pautear ni por una industria, ni por una empresa, ni por un empresario".
Asimismo, la autoridad recalcó que dos fallos de la Corte Suprema le han dado la razón a esta iniciativa, señalando que los bancos son responsables cuando se vulneran sus sistemas, aunque los usuarios tienen una clara responsabilidad de tomar los resguardos, aclaró. "No hay que tenerle miedo a este proyecto", sentenció. Con todo, comentó que esta iniciativa "no afecta el sistema de pagos de nuestra economía".