Luego de un 2021 con históricos niveles de ventas, el comercio minorista enfrenta un segundo semestre marcado por fuertes caídas. El desplome no solamente se explicaría por las altas bases de comparación, sino también por la menor liquidez que ya están teniendo los hogares y el escenario inflacionario mundial.
Según planteó en entrevista con Radio Duna, Bernardita Silva, gerenta de estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), el decrecimiento en las ventas que seguirá experimentando el retail en los meses venideros se compara con las cifras registradas el año pasado, en las que influyó positivamente el fin de las restricciones sanitarias más estrictas, los retiros de dinero desde los fondos de pensiones y las ayudas fiscales proporcionadas para hacer frente a los efectos económicos de la crisis sanitaria.
“Ahora estamos viendo las consecuencias de ese fuerte aumento de la demanda, la cual el primer trimestre de este año siguió alta”, indicó Silva. Fue a partir de julio de 2022 que los índices de la CNC comenzaron a registrar bajas en su rubro.
Dada la inflación y la desaceleración del consumo, la gerenta de estudios del gremio señaló que “vamos a seguir con bases de comparaciones muy altas durante el resto del semestre. Probablemente tengamos una caída entre el 3 y el 6% en el comercio este año”.
De acuerdo al Termómetro Semanal de Ventas Minoristas de la CNC, el fenómeno inflacionario ha pesado más en la línea tradicional de supermercado, encareciendo los precios en alimentos, abarrotes y bebestibles.
Según el mismo indicador, las ventas anuales en Electrónica y Electrodomésticos han registrado fuertes caídas dada la desaceleración de consumo en estos productos junto a acumulación de stock. En tanto, Muebles, Línea Hogar y Vestuario se han mantenido neutrales, puesto que la demanda de estas categorías tardó en reactivarse.
Efectos en las empresas
Desde la CNC se explicó que las caídas en las ventas minoristas proyectadas está implicando un traspaso y sacrificio de margen tanto para las pequeñas como para las grandes empresas.
“Nosotros hicimos una encuesta en mayo a cerca de 500 empresas, y ahí salía que cerca de un 20% había visto que sus costos se habían incrementado sobre un 50% […] Después vimos que el traspaso promedio al precio final había sido de 18%”, planteó Bernardita Silva.
Por otra parte, el empleo también se verá afectado por las bajas en las ventas. La representante de la CNC indicó que “las contrataciones de nuevos ocupados en el sector comercio estén cayendo. Vemos que faltan muchos empleos formales por recuperar”.
En la misma línea, Silva agregó que hay nuevos factores que vendrán a generar cambios en el trabajo. “Hemos visto en otra encuesta que se llama Índice de Adaptabilidad Tecnológica que en las empresas grandes sí se está viendo un porcentaje de empresas que dice “sí, voy a cambiar personal por tecnología en el corto plazo […] En las empresas de menor tamaño no es tema aún”, dijo.
Proyectando hacia 2023, la asociación gremial ve un escenario marcado por las presiones globales de costos en los productos de retail y la desaceleración en las importaciones, que van de la mano con acumulaciones de stock. Con todo, se espera que el índice de exportaciones en volumen del comercio minorista ascienda.