A primera vista, la economía circular pareciera una tendencia homogeneizada por entusiastas emprendedores o un grupo de "green set" que está surfeando arriba de una ola sustentable. Si bien hay bastante de eso, el ecosistema circular entusiasma cada vez más también a las grandes compañías.
Muchas ya cambiaron el foco hace varios años, producto de crisis de reputación, evolución de la industria o, simplemente, por una convicción de tener sistemas de producción más sustentables, especialmente cuando viene desde su líder, como es el caso de Unilever.
Desde el CEO hacia abajo
Esta multinacional comenzó en 2010 su Plan de Vida Sustentable, el cual busca reducir a la mitad su impacto ambiental negativo y aumentar al doble el impacto social positivo, sin descuidar el crecimiento económico. Y la orden llegó desde el mismo CEO, Paul Polman, reconocido por su foco hacia la sustentabilidad. Uno de sus ejes es "Reducir el impacto ambiental a la mitad", dirigidos a la gestión de residuos y al uso de envases plásticos.
Uno de sus objetivos es que para el año 2025, todos sus envases de plástico estén diseñados para ser totalmente reutilizables, reciclables o usados para abono. Otra meta es que para el año 2020, se reduzcan en un tercio la cantidad de envases que se utilizan. "Ya estamos generando cambios en nuestra producción, pero si queremos lograr una verdadera economía circular tenemos que ser un actor relevante en la instauración de una cultura más sustentable", señala Nathalia Silva, gerente de Proyectos de Innovación y Sustentabilidad de Unilever Chile.
Hacia el ecodiseño
Otra gigante es Coca-Cola, que a nivel local, tiene varios proyectos en curso. Por ejemplo, en el área del ecodiseño, a finales de 2017 introdujo a mercado la botella Ecoflex de Agua Mineral Vital, que logró reducir un 30% de plástico en la producción de sus envases.
Los empaques retornables en tanto representan una prioridad para esta multinacional. "El ciclo promedio de una botella retornable permite que sea reutilizada en promedio, 12 a 35 veces, siempre que se compruebe que está en condiciones óptimas de volver a circular. La simpleza y rapidez de adoptar este hábito es muy ventajosa dado el nivel de reutilización y reciclabilidad de las botellas", comenta el Gerente General de Coca-Cola Chile, Daniel Vercelli.
La educación ambiental también ha sido prioridad. Con tres años de operación, el "Bus del Reciclaje",que durante 2018 ha visitado a más de 100 colegios en la Región Metropolitana y el próximo año iniciará nuevos talleres medioambientales en establecimientos de regiones.
La clave del Triple Impacto
Por su parte, en Walmart, el manejo de los desechos de sus operaciones es un tema fundamental, tomando en cuenta su meta de ser cero residuos a relleno sanitario. Todos sus locales y centros distribución disponen de sistemas de manejo de residuos en trastienda que permiten reciclar diversos materiales.
"Incorporando los lineamientos de economía circular, hoy el 44% de nuestros residuos son revalorizados evitando así que lleguen a un relleno sanitario", afirma Stefanie Pope, subgerente de Valor Compartido y Sustentabilidad de Walmart Chile
Un gran aliado en esta misión es Red de Alimentos, quienes les ayudan a rescatar más de 56.000 kg de comida en perfecto estado, cuya comercialización no es viable, pero sí apta para el consumo humano, beneficiando a más de 220 organizaciones y aprox. 300.000 personas.
Desde el envase al biodiesel
Dentro de la estrategia de sustentabilidad al 2020 de McDonald's, en Chile han incorporado diferentes iniciativas. "En los tiempos de hoy reducir, reutilizar y reciclar deben estar presentes en toda la cadena de valor de una compañía, desde su operación, sus proveedores y finalmente sus consumidores", explica Pablo Díaz, director nacional de operaciones McDonald's Chile.
Uno de los primeros pasos es preocuparse por que la mayor parte de sus envases y embalajes sean de materiales biodegradables. "También tenemos una alianza con Rendering, empresa que dedicada a brindar servicios de retiro, transporte y disposición final de los aceites vegetales usados, logrando en 2017 el reciclaje de 417 mil litros de aceite de los 81 restaurantes de la cadena, para convertirlo posteriormente en biodiesel", comenta Díaz.
Exportación no tradicional
Por su parte, Entel tiene un programa de reciclaje de residuos electrónicos, con 165 puntos habilitados en sus tiendas. Además, esta teleco y Midas Chile trabajan en conjunto desde hace 10 años reciclando y generando economía circular. "En el caso de los plásticos, se hace en primer lugar un proceso de separación para aislarlo del resto del equipo para luego entregarlo a fábricas de plástico nacional, quienes trabajan la materia prima y lo devuelven al mercado minorista para fabricar distintos productos", comentan en Entel. En tanto, el cobre y el aluminio recuperados de los equipos reciclados es procesado, para convertirlos en lingotes para ser exportados como materias primas.
El agua no se pierde
El agua que llega del alcantarillado de una importante población de Chile, es tratada y reutilizada en las Biofactorías de Aguas Andinas, con la posibilidad de generar energía a partir del biogás. Específicamente en la planta Mapocho-Trebal.
El proyecto tiene una inversión de US$10 millones. "Con la ampliación de nuestra Biofactoría Mapocho-Trebal lograremos un aumento relevante en nuestra capacidad de cogeneración de energía a partir del biogás producido en el proceso de descontaminación de las aguas servidas. Esto implica la completa valorización del biogás, aprovechando su capacidad eléctrica y térmica", dice Narcís Berberana, CEO de Aguas Andinas.
Mucho más que cenizas
Hace cuatro años que Engie - con apoyo de un emprendedor regional - comenzó a desarrollar un proyecto sustentable para testear las posibles aplicaciones de las cenizas de su proceso productivo en materiales de construcción. "El residuo de ceniza impone desafíos como la acumulación excesiva y complejidades en su disposición, razón por la cual el principal mérito de este proyecto es que transforma esta debilidad en una fortaleza creando valor compartido", comenta Matías Bernales, gerente de Sostenibilidad de Engie Energía Chile.
Actualmente, la planta ha logrado demostrar que es posible elaborar materiales de construcción en forma estándar a un bajo costo unitario. El proyecto se encuentra en etapa de escalamiento a nivel semi industrial para la construcción de pastelones de ceniza, los que ya están siendo utilizados en espacios públicos como plazas y comercializados en ferreterías y cadenas de materiales.
Reutilizar es un buen negocio
Grupo CAP cuenta con varios proyectos que adscriben al concepto de economía circular. Por ejemplo, en la Región de Atacama, comuna de Tierra Amarilla, opera la Planta Magnetita de CAP Minería, uno de los proyectos de reciclaje más importantes del mundo, que recicla relaves mineros, rescatando el material magnético-ferroso, la que contribuye al manejo amigable y al reciclaje de cerca de 2 millones de toneladas anuales de un pasivo ambiental, agregando valor y generando una nueva actividad económica.
"Además en Grupo CAP, a través de Cintac, formamos parte de la iniciativa Acuerdo de Producción Limpia (APL) Cero Resíduos", comenta María Elena Sanz, gerente corporativo de Personas y Sustentabilidad de grupo CAP.
La responsabilidad minera
En línea con la Ley REP y con los objetivos de eficiencia planteados en el CGR, Collahuasi estableció un modelo de gestión de resiudos que opera desde diciembre de 2016, el cual releva la responsabilidad entre las distintas empresas colaboradoras y áreas de la compañía, para la minimización de los residuos generados y la gestión de su trazabilidad hasta la disposición final.
Además, en 2017, la compañía generó procesos más responsables en relación con el uso de insumos. Para 2018, "los compromisos son reducir los residuos en su origen, continuar maximizando la vida útil de los rellenos sanitarios, y buscar procesos alternativos para reciclaje y reutilización", indican en Collahuasi.