Capitalizarme tuvo varios padres de quienes aprender. Es quizás un ejemplo de lo que en el mundo startup denominan como “pivotear”. Si bien nació en 2013, su CEO y fundador, Gabriel Cid, creó su primer emprendimiento en 2010 (ReStudio). Y luego otro el 2011 (Upgrade3D). Para ello, dejó su casa en Coquimbo y se mudó a Santiago. “En ese entonces había un pequeño ecosistema de startups, donde todos nos ayudábamos y sentía que había que innovar en el mundo inmobiliario”, cuenta Cid.
Pero su segunda empresa, que se dedicaba a crear modelos 3D para el mundo inmobiliario mediante una aplicación tecnológica, duró hasta 2013, cuando ya se le estaba acabando el capital. Y así, tuvo que buscar otro ajuste. Le quedaban US$ 40.000 en caja. Se juntó con sus inversionistas -donde el principal era Aurus Capital- y les pidió partir una nueva startup con ese dinero. Los convenció. Con anterioridad, un amigo le recomendó que siguiera en el mismo rubro inmobiliario. Con un foco más comercial que tecnológico, se lanzó con Capitalizarme.
“Leía mucho los blogs de innovación y me di cuenta que estaba surgiendo fuertemente el tema del crowdfunding. Entonces pensé: millones de personas en el mundo invierten en propiedades. Todos conocemos a alguien que es rentista. Todos conocemos a un ‘Señor Barriga’ (personaje de la serie mexicana “El Chavo del 8″) que le va bien, pero no es rico. Así nace la idea de Capitalizarme. Cambiar una industria que es muy antigua, pero que no ha cambiado mucho, donde cualquier persona pueda invertir en propiedades y asesorar al respecto”, señala Cid, casi como una declaración de principios.
Esta startup facturó desde el primer mes, porque, a diferencia del emprendimiento anterior, Cid puso más énfasis en el tema comercial que en el desarrollo tecnológico. En 2014 lograron una ronda de inversión de US$ 120 mil. Pero si consideramos todo el dinero que han levantado hasta el 2017, la cifra asciende a US$ 2,5 millones. Entre los que abrieron la billetera están, además, el Grupo Bethia y el venture capital Mountain Nazca, aparte de Aurus.
La gran diferencia con otras plataformas de propiedades es que Capitalizarme se transformó en una especie de intermediario entre las personas que buscan un inmueble y sus oferentes, pero mediante una red de corredores de propiedades (o brokers). “En otras palabras, ‘uberizamos’ el mercado de las propiedades”, afirma Cid. Y la otra particularidad es que estaban enfocados solo a productos de menos de 3.000 UF, considerados como una inversión. “Cuando como startup te enfocas en un nicho específico, logras mejorar tu modelo de negocios”, comenta Cid, a modo de consejo para otros emprendedores. Y como si eso fuera poco, el CEO de Capitalizarme destaca que “la diferencia con PortalInmobiliario o TocToc, es que no somos un listado de propiedades en oferta, sino que puedes comenzar la transacción ahí mismo en la plataforma”.
Entre 2019 y 2020 crecieron 30%. Este último año, además, lograron ser la plataforma con mayor cantidad de transacciones y cantidad de UF comercializadas en Chile, según datos de TocToc.
Pero en 2021 decidieron pivotear otra vez…
Se transformaron en un marketplace y acaban de lanzar el primer Global Distribution Systems (GDS) del mundo para el sector inmobiliario. Lo que hace es juntar en un solo lugar todos los bienes inmuebles que estén en el mercado, desde casas, departamentos, bodegas, estacionamientos, terrenos, hasta incluso cuotas de fondos inmobiliarias.
Al marketplace puede entrar cualquier persona que esté buscando comprar una propiedad o alguien que quiera vender por ahí su activo, pero también pueden acceder al back de la plataforma otros brokers que vendan en otros canales. En simple, una inmobiliaria puede subir su proyecto y desde ahí ofrecerlo en distintos canales. Esto le da mayor exposición, pero también control de los inventarios.
Esto significó cambiar toda su tecnología, armar prácticamente la empresa de nuevo y crear un modelo tipo startup, escalable a nivel regional. El armado del GDS lo lideró el gerente de Tecnología Luis Fuentes, que construyó un equipo con gente que ha pasado por Facebook y Microsoft.
Y hace poco sumaron a Paolo Colonnello, que fue el fundador de BlueCompany e inversionista ángel de Cornershop, para impulsar el crecimiento y agregar innovación.
El modelo de negocios es simple: se quedan con el 50% de la comisión que cobran los corredores de propiedades y eliminan el cobro hacia el comprador. El 2021 lograron transacciones por US$ 180 millones y una facturación de US$ 7 millones. Lo que se expresa en 1.800 propiedades.
Para 2022 esperan pasar al orden de los 5.000 activos inmobiliarios y entrar fuerte a México (ya están en Brasil). “Vamos a hacer algunas compras”, promete Cid, y agrega que para el segundo trimestre vendrá una ronda de inversión Serie A, donde esperan conseguir cerca de US$ 50 millones.