Carlos Ghosn, que se encuentra encarcelado en Japón por diversas irregularidades a las riendas de Nissan, ha aceptado dimitir como presidente de Renault, que este jueves reúne a su consejo de administración para sustituirlo y designar a su nuevo equipo directivo.
Una fuente próxima a Ghosn citada este miércoles por "Les Echos" explicó que la semana pasada el directivo fue informado a través de los representantes del Estado francés (que es el primer accionista de Renault, con un 15,01 % del capital) y de los abogados del grupo de la voluntad de poner en marcha una nueva gobernanza "perenne".
"Él siempre ha dicho que no quería ser un obstáculo ni para Renault ni para la alianza" con Nissan, subrayó la fuente, que añadió que tiene intención de retirarse.
Ghosn fue rápidamente destituido de las riendas de Nissan tras su arresto en Tokio el 19 de noviembre, mientras que Renault optó por mantenerlo formalmente en funciones en nombre de la presunción de inocencia y nombró una dirección provisional.
Si esa voluntad de dimitir se confirmara, los otros 18 miembros del consejo de administración de Renault evitarían el mal trago de revocar a Ghosn, que tiene 64 años.
El hecho es que este martes por la tarde, cuando empezaron a circular las informaciones sobre una posible dimisión, el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, señaló que el fabricante automovilístico no la había recibido todavía, en una entrevista al canal "BFMTV".
Le Maire también se refirió a quien se perfila como el principal favorito para convertirse en el próximo presidente de Renault, el actual "número uno" del grupo francés de neumáticos Michelin, Jean-Dominique Senard.
"A nuestro parecer, Jean-Dominique Senard sería un excelente presidente de Renault", subrayó, aunque al mismo tiempo puntualizó que el Estado accionista está a favor de que se separen las funciones de presidencia de la de director general ejecutivo.
Eso también abre las puertas al escenario más verosímil: que Thierry Bolloré, que desde la detención de Ghosn en Tokio hace ya más de dos meses ejerce como director general delegado provisional con las competencias ejecutivas, sea el consejero delegado.
En ese caso, Bolloré, que era el brazo derecho de Ghosn, tendrá como principal responsabilidad gestionar las operaciones del grupo del rombo en asociación con sus socios de Nissan, con el que las relaciones se han evidenciado delicadas en los dos últimos meses.