La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional 2017, más conocida como Casen, entró en su recta final y sus resultados, de pobreza por ingresos y multidimensional, serán entregados a más tardar en octubre. Así lo confirmaron desde el Ministerio de Desarrollo Social, entidad que durante este mes debe recibir el procesamiento de los datos, para posteriormente iniciar el proceso de medición de los indicadores.
El Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica por primera vez fue la institución encargada del levantamiento de la encuesta, el que se desarrolló entre noviembre de 2017 y principios de febrero de 2018. Además es la entidad encargada del procesamiento de los datos, trabajo que por estas semanas estaría finalizando, y sus resultados siendo enviados al ministerio mandante.
Por lo mismo, y ya en las próximas semanas el trabajo entregado por el Centro UC serán derivados a la Cepal y a la Universidad de Oxford, para la medición final. Hay que recordar que la Cepal está a cargo de la medición de la pobreza por ingresos, y la oficina OPHI de la Universidad de Oxford de los cálculos multidimensionales (educación, salud, trabajo y seguridad social, vivienda y entorno, y redes y cohesión social).
pobreza y desigualdad. La semana pasada el Banco Mundial destacó en un informe a Chile como líder en reducción de pobreza, siendo el sexto país, a nivel mundial, donde el 40% de su población más pobre ha mejorado económicamente rápido, en comparación al promedio global, desde 2009.
Estos resultados parecieran proyectar un buen escenario para la Casen 2017, pero los expertos nacionales, prefieren la cautela.
La encuesta Casen 2015 mostró que la pobreza por ingresos había disminuido de 14,4% en 2013 a 11,7%. Esto significó que 400.000 familias salieran de la situación de pobreza. Esta es una tendencia que se viene dando por años en el país. De hecho, al observar las estadística de la encuesta se puede observar que en 2006 la pobreza llegaba al 29,1% y casi 10 años más tarde la pobreza en Chile llegó a sus niveles más bajos.
Ahora, mientras en 2015 persistía el patrón de marcada desigualdad por ingresos, entre 2013 y 2015 ésta mostró una disminución moderada, pero significativa, lo que se reflejó en el Coeficiente de Gini (cero es menor desigualdad y 100 mayor desigualdad) que por primera vez en la historia bajó de la barrera del 0,50 y alcanzó un 0,49.
Ante todo este escenario, y frente a un bajo crecimiento en 2017, que alcanzó sólo 1,5%, vale preguntarse si hay más espacio para reducir pobreza y desigualdad. En este contexto, la coordinadora del Programa Social de Libertad y Desarrollo, María Paz Arzola, asegura que la pobreza puede seguir bajando, pero a un ritmo más lento.
"Creo que es difícil retroceder, pero sí creo que el ritmo de mejora puede verse un poco mermado puesto la situación económica que fue más lenta y menos dinámica en los últimos años", dice Arzola que explicó que este ritmo más lento podría significar que la cantidad de familias que salgan de la situación de pobreza sea menor a la de 2015.
Sin embargo, respecto a los niveles de desigualdad, Arzola prevé un escenario de moderación. "Al final lo que pasa es que en los periodos que la economía anda mal, los más perjudicados son las personas que están en los hogares más pobres del país (...) si se mantiene esa lógica, el ritmo en el mejoramiento en distribución del ingreso puede mostrarse más atenuado", señala.
Visión que comparte el director de la Fundación para la Superación de la Pobreza, Leonardo Moreno, quien sostiene que "la pobreza por ingresos va a continuar disminuyendo, va a seguir la misma tendencia, pero también hay que tener presente que al tener una pobreza con un 8,1% (no extrema, y pobreza extrema 3,5%) a veces se hace más lento".
Y agrega que en cuanto a la desigualdad "vamos a tener una tendencia parecida a la que hemos sostenido en el último tiempo y creo que vamos a mantener la misma cifra que el último coeficiente Gini de 2015".
Cabe destacar que la Casen incorporó dos líneas nuevas de preguntas: la inseguridad alimentaria y la identificación de hogares afectados por desastres. Además, la versión 2017 que se aplicó a alrededor de 70 mil hogares, permitirá evaluar cuántos hogares afectados por desastres naturales aún presentan daños, con el objetivo de dirigir políticas públicas hacia este sector.P