Nuevos datos se van presentando de la Encuesta Casen 2022. Los resultados globales ya se conocen: la pobreza por ingresos bajó a 6,5%, lo que equivale a 1.292.521 personas que viven en Chile mientras que la pobreza multidimensional pasó de 20,3% en 2017 a 16,9% en 2022. Eso a nivel macro ya está internalizado. Sin embargo, poco a poco se van conociendo nuevos antecedentes que permiten conocer el panorama completo de la pobreza en Chile.
Así, de acuerdo a un análisis del Centro de Políticas Migratorias, un 17,1% de la población migrante corresponde a niños, niñas y adolescentes (NNA). En el caso de los nacidos en Chile este número alcanza un 22,9%. Del total de inmigrantes menores de edad, un 17,7% es pobre según ingresos, mientras que en el caso de los nacidos en Chile esta cifra alcanza un 10%. En ambos casos, este grupo etario es el que presenta mayores niveles de pobreza.
El análisis menciona que tanto en el caso niños, niñas y adolescentes migrantes como nacidos en Chile, este es el grupo etario con mayores niveles de pobreza por ingresos en comparación a otros segmentos poblacionales, que en general presentan tasas de pobreza decrecientes a medida que tienen una edad más avanzada.
En cuanto a la pobreza multidimensional, los migrantes duplican a los NNA no migrantes en tasas de pobreza multidimensional (36,6% y 17,1% respectivamente). En este caso, afirma el informe que “son especialmente preocupantes los altos niveles de carencia por inasistencia a establecimientos educativos en hogares migrantes con menores de edad, que duplican a los hogares no migrantes con 8% y 3,4% respectivamente”.
Respecto del acceso a la atención en salud, el análisis menciona que los hogares migrantes con menores de edad presentan una carencia seis veces mayor que los hogares no migrantes (21,7% y 3,6% respectivamente). “Los indicadores de salud vinculados a malnutrición y atención en salud muestran niveles relativamente similares para hogares migrantes y no migrantes que tienen menores de edad. Pese a ello, “es preocupante que un 6,9% de los hogares migrantes y un 8,5% de los hogares no migrantes presenten carencia en malnutrición en niños y niñas”.
Respecto del acceso a la atención en salud, los hogares migrantes con menores de edad presentan una carencia seis veces mayor que los hogares no migrantes (21,7% y 3,6% respectivamente).
Y en cuanto a vivienda, casi un 40% de los hogares migrantes con NNA presenta carencias en indicadores de habitabilidad, lo que en el caso de hogares no migrantes corresponde a un 16,4%. - En indicadores de servicios básicos y entorno ambos grupos muestran niveles de carencia relativamente similares
El texto sostiene que “en general los hogares con niños, niñas y adolescentes presentan indicadores de educación similares, tratándose de jefaturas de hogar migrantes y no migrantes”. Pero pese a ello, en los hogares migrantes hay un mayor porcentaje de carencia en asistencia a establecimientos educacionales (8%) que los hogares no migrantes (3,4%).
Juan Pablo Ramaciotti, director ejecutivo del Centro de Políticas Migratorias, comenta que “es fundamental que las políticas públicas se enfoquen tanto en los factores que afectan directamente a los niños y niñas migrantes, como también en los que inciden en las condiciones de sus hogares”.
Por ejemplo, plantea que “es necesario abordar los factores que influyen en que la inasistencia escolar en hogares con niños migrantes sea más del doble que en los chilenos; e identificar alternativas para disminuir las carencias en habitabilidad que presentan casi el 40% de los hogares con niños y niñas migrantes”.
Para el experto, a partir de lo que hemos analizado en el Centro de Políticas Migratorias, aproximadamente 1 de cada 5 niños, niñas o adolescentes migrantes son pobres por ingresos y 1 de cada tres son pobres multidimensionalmente. “Esto es preocupante por sí mismo, y prácticamente duplica proporcionalmente a los niños y niñas nacidos en Chile”, puntualiza Ramaciotti.