Casi la mitad de los empleos asalariados creados desde julio son a plazo fijo
Desde esa fecha se han generado 332.660 plazas laborales de asalariados privados, de ellos, 158 mil tiene una fecha de término. El economista de la UC, Juan Bravo, afirma que “existe un importante grado de incertidumbre para la contratación”.
La evolución del mercado laboral y sus distintos componentes es una variable que los expertos y las autoridades económicas siguen de cerca. Y si bien desde el punto más crítico de la crisis que fue julio, se han creado casi 600 mil puestos de trabajo lo que es a todas luces una noticia positiva, al desagregar las cifras el panorama se vuelve más precario.
Así lo refleja un análisis del economista de la Universidad Católica, Juan Bravo, quien muestra que de ese total de puestos de trabajo, se han generado 332.660 plazas laborales de asalariados privados (con información disponible) de los cuales el 47,7% tiene una relación contractual a plazo fijo.
Esto, para el experto, refleja que existe un importante grado de incertidumbre y por ello, las empresas prefieren hacer contratos de corto plazo antes que uno indefinido hasta que se aclare mejor el panorama.
El desglose de las cifras revela también que entre las micro y pequeña empresas la minoría de estos nuevos empleos son de carácter indefinido, mientras que en la mediana y grande la mayoría de los nuevos contratos son indefinidos. “Esta es otra manera de hacer frente a la elevada incertidumbre y dificultades que enfrentan las micro y pequeñas empresas. Hacen contratos de corto plazo y no indefinidos, de manera de poder evaluar la situación y tener más flexibilidad y rango de maniobra con sus costos laborales en caso de que se materialice un escenario adverso”, complementa Bravo.
El análisis también revela que aunque las microempresas (con 10 trabajadores o menos) lideran la creación de empleo asalariado en el sector privado, el 67,3% de los nuevos puestos de trabajo de este tipo son informales. Asimismo, el 74,5% de los nuevos empleos asalariados en el sector privado creados por la empresa pequeña (11 a 49 trabajadores) son informales. Por el contrario, en la mediana y gran empresa los nuevos empleos asalariados en el sector privado son eminentemente formales.
Para Bravo, esto da cuenta de la extrema fragilidad de la recuperación del mercado laboral. “Aunque usualmente el aumento del empleo informal se asocia al incremento del empleo por cuenta propia, estamos en un escenario en donde se rompe el paradigma tradicional de que la creación de empleo asalariado en el sector privado está vinculada a la formalidad, al menos para el segmento de trabajadores chilenos”.
El economista pone énfasis en que este hecho “desnuda otra preocupante realidad” y es el hecho de que los subsidios al empleo que lanzó el gobierno no están llegando a las empresas de menor tamaño. “A pesar de que existe un subsidio a la contratación de empleo, la micro y pequeña empresa está eligiendo mayoritariamente no acceder a dicho instrumento y en cambio, está creando nuevos puestos de trabajo asalariados, es decir, con vínculo de subordinación, de manera informal. Esto da cuenta de que la incertidumbre es muy alta, y en la actualidad la mayor fuente de esa incertidumbre para las empresas, especialmente micro y pequeñas, proviene de la posibilidad de que la autoridad las obligue a tener que cerrar si empeora la situación sanitaria debido a la pandemia”.
De esta manera, agrega que “muchas micro y pequeña empresas, que son también quienes tienen mayores restricciones de liquidez y mayor fragilidad financiera, están optando por evadir las regulaciones y contratar trabajo asalariado “en negro”, lo que les da flexibilidad en caso de que se materialice un escenario adverso”.
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