Una sólida mayoría de autoridades de la Reserva Federal (Fed) acordó en su última reunión de política monetaria desacelerar el ritmo de alzas de la tasa de interés del banco central a un cuarto de punto porcentual, pero coincidieron en que el riesgo de una inflación alta era aún un factor clave que justificaba más aumentos.
Según las minutas de la reunión del 31 de enero y el 1 de febrero, publicadas este miércoles, “casi todos los participantes coincidieron en que era apropiado elevar el rango objetivo del tasa de interés de los fondos federales 25 puntos básicos”, y muchos de ellos afirmaron que ello permitiría a la Fed determinar mejor el alcance de futuras alzas.
Sin embargo, “los participantes señalaron en general que los riesgos al alza de las perspectivas de inflación seguían siendo un factor clave que determinaba las perspectivas políticas”, y que las tasas de interés tendrían que subir y mantenerse altas “hasta que la inflación se sitúe claramente en la senda del 2%”.
Solo unos pocos participantes se mostraron abiertamente a favor de alza mayor de medio punto porcentual en la reunión, o dijeron que podrían haberla apoyado.
Posible punto final
Las actas mostraron a la Reserva Federal navegando hacia un posible punto final de sus actuales aumentos de tasas, a la vez desacelerando el ritmo para acercarse con más cautela a una posible parada, pero también dejando abierta la cuestión de hasta dónde subirán finalmente las tasas si la inflación no se desacelera.
Durante un año en el que la Reserva Federal se puso al día con una tasa de inflación que se disparó hasta su nivel más alto en 40 años, el banco central elevó su tasa de interés oficial en ocho reuniones, desde un punto de partida cercano a cero el pasado marzo hasta el actual 4,50%-4,75%.
El comunicado de política monetaria del 1 de febrero afirmó que seguirían siendo necesarios aumentos continuos, pero desplazaba la atención del ritmo de las próximas alza de tasas a su alcance, un guiño al hecho de que los responsables políticos consideran que pueden estar acercándose a un nivel adecuado para seguir avanzando en la reducción de la inflación.
Desde la última reunión, los datos han mostrado una economía que sigue creciendo y creando empleo a un ritmo inesperadamente rápido, y que avanza de forma menos constante hacia el objetivo de inflación del 2% fijado por la Reserva Federal.
Las actas mostraron que los responsables de la Fed siguen siendo conscientes del riesgo de que tengan que tomar más medidas para que la inflación siga bajando, un sesgo de línea dura que puede ser más evidente cuando publiquen nuevas proyecciones económicas y de tasas en una reunión dentro de cuatro semanas.