Un cambio demográfico enfrenta hoy la población chilena. De acuerdo con el último Censo de 2017 la esperanza de vida de la población chilena es de 80,5 años, la más alta de América Latina. Esta nueva realidad también ha tenido incidencia en el mercado laboral. Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), si en el 2010 los adultos mayores sobre 60 años eran 699.406, en 2018 esta cifra subió a 1.384.336, lo que implica un alza de 97,9%. Es decir, en casi 10 años se duplicó la cantidad de personas mayores desempeñando algún trabajo.

Al desglosarlo por sexo, en el caso de las mujeres el aumento en las ocupadas mayores, entre 2010 - 2018, fue de 128,9%, pasando de 202.389 a 463.270 personas.

A diciembre de 2018 representan el 13,1% del total de ocupadas del país, las que crecieron en 5,5 puntos porcentuales respecto a la participación que tenían en el mercado laboral en 2010. En tanto, los hombres mayores que participan activamente del mercado laboral se elevaron en 85,3% en el mismo período evaluado, pasando así de 497.017 a 921.006 personas.

En total los hombres mayores representan el 9,7% del total de fuerza laboral masculina. Esta participación en 2010 era solo del 5,6%, es decir, al 2018 se elevó en 4,1 puntos porcentuales.

Las razones

Para la economista y académica de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes, las razones detrás de estas cifras están en las mayores expectativas de vida. "Una de las causas que está llevando a que los adultos mayores sigan en el mercado laboral es el aumento en la expectativa de vida, ya que por un lado las personas se sienten activas, pero también se debe a que al aumentar la expectativa de vida, las pensiones son más bajas, y por ende, se permanece más tiempo en el mercado del trabajo", indicó.

Esta visión es compartida por el académico de Universidad Católica e integrante de la Comisión Usuarios del Seguro de Cesantía, Hugo Cifuentes, quien dijo que "el importante, apreciable y valorable aumento de la esperanza de vida, trae en otras muchas virtualidad, que las personas de esa edad se encuentran plenamente activas, al menos un número no menor de ellos (...) e influye también el nivel de las pensiones, esta es una importante motivación para, de ser posible, seguir trabajando".

Los expertos coinciden en que el gobierno debió ser más ambicioso en extender la edad de jubilación, y dejarlo como voluntario a través de incentivos. "El gobierno debió incluir en su proyecto de pensiones una propuesta más ambiciosa y fijar por ejemplo, de aquí a cinco año, la extensión de la edad de jubilación para las nuevas generaciones", subrayó Cecilia Cifuentes. En tanto, para Hugo Cifuentes "los cambios en las edades para jubilar sin duda es una cuestión a tener presente, que puede ser absorbida por ahora con incentivos a la permanencia en el empleo, pero se debe avanzar a constituir una comisión de especialistas, que esté revisando la edad de jubilación con cierta periodicidad y dentro de márgenes definidos por una ley general".

Políticas del gobierno

Frente a estas estadísticas que irán en aumento dado el envejecimiento que está experimentando la población, donde actualmente son el 19,3% (3.439.599), según Casen 2017, el subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, señaló que desde el gobierno se están impulsando diversas medidas para proteger el empleo de las personas mayores.

"Estamos impulsando una reforma profunda a nuestro sistema de pensiones, que por una parte mejora las pensiones de los actuales jubilados, pero además crea incentivos para aquellos adultos mayores que quieran y pueda alargar su vida laboral", señaló Arab.

Al mismo tiempo, recordó que se eliminó el tope de edad que existía para hacer uso de los programas de capacitación del Sence, y que con el proyecto de ley de trabajo a distancia, que ya fue aprobado en la Cámara de Diputados, "serán miles los adultos mayores que podrán acceder al mercado laboral de una forma más moderna, inclusiva y sustentable", sostuvo.