Las bases para la conciliación que la Corte Suprema presentó a inicios de septiembre del año pasado, en el marco del caso que enfrenta a Manuel Ossandón Larraín con su familia en su arista civil, no lograron resultados.
Lo anterior, dado a que las partes no alcanzaron un acuerdo, generando que la contienda, iniciada a fines de 2010, termine siendo resuelta por el máximo tribunal, cosa que podría suceder al cabo de seis meses.
En ese sentido, cabe recordar que el caso se inició cuando, con el fin de obtener lo que considera como parte de su patrimonio familiar, Manuel Ossandón Larraín reclamó la nulidad de una reestructuración del mencionado patrimonio realizada entre 2004 y 2010, acusando a su hermano Bernardo de haberlo engañado y de haber intentado despojarlo de sus derechos societarios durante un período en el que vivió en Estados Unidos y en el cual le entregó un mandato para ser representado.
Frente a ello, solicita, por un lado, la nulidad del finiquito del mandato mencionado, y por otro, la nulidad de una operación específica por una venta en el marco de la reorganización, la cual habría sido realizada a un precio muy bajo y frente a la cual reclama un perjuicio de US$200 millones.
"No habiendo las partes llegado a un acuerdo, se puso término al procedimiento de conciliación", señala un texto legal, firmado por la ministra Rosa María Maggi, quien señala que no se alcanzó un acuerdo en un comparendo de conciliación donde se presentaron los abogados de las partes pertenecientes a los estudios Gandarillas, Montt, Del Río & Krause (Manuel Ossandón) y Parraguez & Marín Abogados (por el lado de la familia).
Las otras causas
Hasta el momento, sólo las aristas criminales vinculadas con el caso han concluido. Estas tenían relación con una demanda de Manuel Ossandón en contra de su hermano y distintos asesores por apropiación indebida y estafa, en la que todos los acusados fueron sobreseídos en 2015. La otra, en tanto, consiste en una querella criminal del SII en contra de la familia, en la que la Fiscalía no perseveró.
Por otro lado, existe una arista tributaria mediante la cual el SII le exige el pago de impuestos a la familia y que continúa vigente. En esta hay distintas reclamaciones de la familia en contra del SII y viceversa. El organismo reclama el pago de US$400 millones en impuestos por distintas operaciones realizadas en el marco de la reorganización mencionada.
Asimismo, aún quedan por resolverse dos aristas civiles en la Corte de Apelaciones, en una Manuel Ossandón Larraín solicita la anulación de una operación de venta que acusa que fue simulada, y en otra busca determinar que existió provecho de dolo.
Cabe señalar que en todos los casos ya cerrados (causas criminales), Manuel Ossandón no logró éxito.