La vigésimo tercera edición del concurso Catad'Or, que se realiza en nuestro país, expandirá este año sus fronteras más allá del continente americano y recibirá vinos de una quincena de países, algunos inéditos y poco conocidos como Israel, Líbano y Bulgaria.
El concurso cuenta con 45 jurados de 14 países para analizar cerca de 700 muestras que se espera lleguen este año, no sólo de Latinoamérica sino de países lejanos como Líbano, Bulgaria, Portugal, China, España, Israel o Estados Unidos.
Referencia de los vinos de Latinoamérica en el mundo, el concurso, que dará a conocer cuáles son los mejores caldos el 9 de julio, premiará muestras de vinos tintos y blancos, espumosos, espirituosos y piscos.
Los concursos son como el "lazarillo" que guía al consumidor al hacer una elección, dijo Pablo Ugarte, director de Catad'Or. "Sabe que con un vino que ha obtenido una medalla no se puede equivocar", sostiene a la prensa.
Y es que un vino que ha obtenido una medalla define precios y se vende más rápido. "Es un vehículo de promoción y márketing para las viñas", agregó Ugarte.
Chile es el cuarto mayor exportador de vinos del mundo. Con una rica variedad de cepas, muchas de ellas únicas, sus caldos más populares son el popular carmenere -del que es prácticamente el único productor en el mundo- el cabernet sauvignon, el sauvignon blanc, el syrah o el merlot.
Pero sin las limitaciones que tienen los grandes productores vinícolas europeos como Francia, España o Italia, Chile experimenta a lo largo del país gracias a su diversidad climática con otros tipos de cepas como el carignan, el malbec, el semillón o la cepa país que introdujeron los españoles y tras un largo ostracismo ha sido rescatada para la producción.
La gran variedad de cepas ancestrales es "clave", así como la sustentabilidad y la geografía para convertir a Chile en una potencia vinícola, recordó Mario Pablo Silva, presidente de Vinos de Chile.