Bosques de galería y humedales de las planicies bajas en la macro cuenca colombiana del Orinoco. Son algunos de los territorios en los que ha intervenido la fundación Cataruben, la cual desde el 2015 desarrolla soluciones climáticas basadas en la naturaleza para conservar biodiversidad, agua y ecosistemas.
Se trata de la misma ONG que, a través de la iniciativa CO2Bio, busca mitigar el cambio climático disminuyendo las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Lo anterior, implementando estrategias que reducen la desforestación y degradación de bosques, y también mediante la transformación de humedales continentales en la región de Los Llanos Orientales.
Según da cuenta Cataruben en su página web, a la fecha y a lo largo de más de 300 mil hectáreas, su operación ha evitado la emisión de más de 2 millones 600 mil toneladas de CO2. Mientras que proyectan que hacia el año 2030 –mismo plazo en que la ONU busca cumplir los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible- expandirán su área de acción hacia otras 500 mil hectáreas.
“Los compromisos de financiación se han duplicado”
Edwin Hincapie, cofundador de Cataruben, profundizó en las razones de ser de esta ONG, detalló qué es una solución climática sustentada en lo natural y también expresó sus ambiciones de expandirse por Sudamérica, una de las regiones con mayor biodiversidad del mundo.
¿Cuál fue la inspiración detrás de la creación de la Fundación Cataruben?
En mi región me impactó ver a muchos campesinos dedicados a la conservación de los ecosistemas naturales enfrentando grandes dificultades para obtener financiamiento y apoyo. Las dificultades que enfrentan las compañías y cadenas productivas para emprender acciones reales, cuantificables y verificables en temas de clima y biodiversidad, me motivaron a buscar una solución que conectara su trabajo con los recursos necesarios para mantenerlo y expandirlo.
¿Qué significan las soluciones climáticas naturales y por qué son necesarias?
Son acciones que trabajan con y mejoran la naturaleza para abordar objetivos sociales. Uno de ellos se basa en que los ecosistemas biodiversos y saludables pueden apoyar la gestión climática. Incluyen acciones para proteger, gestionar sosteniblemente y restaurar ecosistemas naturales o modificados.
Estas acciones pueden ser inspiradas, apoyadas o copiadas de la naturaleza, ante una necesidad que ha encontrado un camino fértil desde el punto de vista científico y político, pero sobre todo práctico, lo que ha permitido que, en los últimos seis años, el interés aumente drásticamente y los compromisos de financiación se hayan duplicado.
¿Cuáles han sido los efectos más notorios de este tipo de soluciones hasta ahora?
Los resultados más destacados incluyen el secuestro significativo de carbono en bosques tropicales y subtropicales, la recuperación de biodiversidad en ecosistemas degradados, la mejora de la resiliencia comunitaria en áreas costeras y manglares, y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles.
Superando las desconfianzas y la falta de un “lenguaje común”
Según señalan en Cataruben, mediante las actividades que han realizado en diferentes zonas, han podido mejorar la calidad de vida de más de 300 familias, evitando la desforestación y el cambio de uso de suelo en más de 200 mil hectáreas de ecosistemas naturales estratégicos.
Sin embargo, Edwin Hincapie relata que en un principio no fue fácil dar a conocer una estrategia novedosa como la CO2Bio a diferentes actores que no estaban familiarizados con ella, a lo que se sumaba desconfianza entre dueños de tierras y compañías.
La región en la que operan es de gran biodiversidad. ¿Qué desafíos específicos enfrentaron al intentar conservar estos ecosistemas y cómo los han superado?
Uno de los principales ha sido la falta de un lenguaje común. Hubo que desarrollar e instaurar un lenguaje comprensible tanto para los dueños de la tierra como para las compañías, utilizando términos de mercado, cuantificación, reporte y monitoreo que todos puedan entender.
Además, la desconfianza entre las partes ha sido otro gran obstáculo. Para superarlo, hemos trabajado en entender los intereses de ambos lados, involucrando solo actores que generan valor dentro de un organismo de gobernanza propio para cada proyecto. La transparencia ha sido clave para que las compañías confíen en que sus fondos se utilizan adecuadamente, y que las comunidades confíen en el valor de sus esfuerzos de conservación.
Otro reto significativo ha sido la competencia con los sistemas productivos tradicionales como la ganadería y la agricultura. Hemos abordado esto creando alternativas productivas, como la promoción de productos no maderables del bosque y el apoyo a ejercicios de turismo de naturaleza.
¿Cómo describiría el relacionamiento con las autoridades y otros actores?
El relacionamiento institucional ha sido fundamental, comunicando de manera asertiva e interactuando efectivamente con entidades de gobierno, autoridades, fondos de financiación y la comunidad en general para asegurar el éxito y la sostenibilidad de nuestras iniciativas de conservación.
A la vanguardia de la compensación de gases de efecto invernadero
En términos de estudios científicos y avances tecnológicos, Cataruben cuenta con su propia área para alcanzar las compensaciones de carbono en diversos ámbitos de acción. Mientras que, en cuanto a las alianzas, han apuntado a unir los intereses de dueños de tierras y privados para la conservación y la compensación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)
¿Qué rol juega el Departamento de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (I+D+i) en la misión de Cataruben y cuáles son algunos de los avances más significativos que han logrado en el área de compensaciones de carbono?
La I+D+i es fundamental en la gestión de la conservación. En investigación, hemos desarrollado metodologías para cuantificar los resultados de conservación a través de la reducción GEI en diversos ecosistemas, incluyendo humedales, pastizales y sistemas agroforestales. En innovación implementamos un modelo de administración de proyectos que agrupan pequeños predios en una región para la conservación de ecosistemas.
En cuanto al desarrollo, uno de nuestros avances más significativos es la creación de una plataforma marketplace para la venta transparente de resultados de conservación, la cual facilita el comercio responsable y la transparencia en las transacciones relacionadas con la conservación.
Además, hemos desarrollado cinco ingredientes activos provenientes de Theobroma cacao (cacao), Caryodendron orinocense (cacay), Copaifera officinalis (copaiba) y Apis mellifera (abejas), y lanzado cinco líneas de productos cosmeceúticos a base de estos ingredientes activos de los bosques del proyecto.
La cuantificación de reducciones y/o remociones de GEI en el sector de agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra (AFOLU por sus siglas en inglés) es uno de sus servicios clave. ¿En qué consiste este proceso y por qué es importante?
Es un proceso clave para la mitigación del cambio climático que implica varias etapas fundamentales. Primero se seleccionan soluciones climáticas basadas en la naturaleza, como la reforestación, la evitación de la pérdida y el manejo mejorado de bosques, la restauración de humedales, la agroforestería o la gestión de pastizales o páramos.
Luego se determina el estado actual de las emisiones de GEI y los stocks de carbono sin intervención humana, proporcionando un punto de referencia para medir el impacto de las acciones. Utilizando metodologías avanzadas y transparentes, después se cuantifican las emisiones evitadas y el carbono secuestrado a través de actividades del proyecto.
A continuación, sigue verificar que las reducciones y remociones de GEI sean adicionales a lo que habría ocurrido en ausencia del proyecto y se evalúa la durabilidad de estos beneficios a largo plazo.
¿Y en cuanto a los resultados, cómo se evalúa el impacto medioambiental?
Los resultados se verifican de manera independiente para asegurar la precisión y la transparencia, y se certifican para garantizar los resultados en la gestión del carbono. Esto permite cuantificar y validar los beneficios climáticos de las actividades de los proyectos, asegurando que las reducciones y remociones de GEI sean reales, adicionales y permanentes.
Al establecer un marco confiable para medir y reportar estos beneficios, se facilita la creación de incentivos financieros a través de herramientas financieras como los mercados de carbono.
Planes de expansión
Con una probada experiencia en el plano local, las intenciones de la fundación Cataruben incluyen expandirse por el continente. En el horizonte también asoma el plano científico y la ambición de continuar desarrollando la investigación en torno a nuevas formas de reducir otro tipo de contaminantes.
¿Cuál es la visión a futuro de la fundación?
Hemos replicado con éxito nuestro modelo de desarrollo de proyectos de gestión de ecosistemas naturales en diferentes regiones de Colombia, y ahora queremos probarlo en otros países de Sudamérica.
Además, iniciamos pruebas con herramientas innovadoras como las unidades de biodiversidad, instrumentos económicos que permiten a las empresas financiar actividades de conservación o restauración que generen ganancias netas positivas para la biodiversidad, y créditos de agua.
Es un enfoque basado en proyectos que busca mejorar la gestión de recursos hídricos mediante la restauración de cuencas hidrográficas y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles.
¿Qué planes tienen en el ámbito científico?
Es clave la investigación sobre la reducción de emisiones de metano entérico en ganado vacuno. Mejorando las prácticas de manejo del ganado y el uso de suplementos alimenticios específicos, buscamos reducir estas emisiones y contribuir a la mitigación del cambio climático. Esperamos encontrar apoyo en compañías y campesinos en Sudamérica.
¿Cómo se financian los proyectos de Cataruben y qué papel juegan las alianzas con otras organizaciones e instituciones en el cumplimiento de sus objetivos?
Cataruben tiene un enfoque en alianzas que enfatiza la importancia de unir intereses de propietarios de tierras y privados para la conservación y la compensación de emisiones de GEI o aportes a la Naturaleza. Este enfoque se implementa a través de un proceso estructurado de madurez técnica, negocios y comercial, asegurando que los proyectos sean financieramente viables y autosostenibles.
Un ejemplo específico de este enfoque es la alianza con el grupo LATAM para un proyecto en la Orinoquía Colombiana, que no solo contribuye a la conservación de más de 500 mil hectáreas de sabanas inundables, sino que también beneficia a 700 familias y protege a más de 2.000 especies autóctonas.
El proceso de estructuración y las fuentes de financiación internacional, son detalladamente planificados para garantizar la viabilidad del proyecto desde su inicio. En términos de transparencia financiera, Cataruben no exige comisiones, asegurando que los fondos se utilicen íntegramente para la ejecución del proyecto. Los ingresos de los proyectos provienen de la venta de créditos de carbono, biodiversidad o agua, lo que sostiene su operación y permite la reinversión en más iniciativas de conservación.