La empresa que explota la accidentada central nuclear de Fukushima, en el centro de Japón, decidió suspender la venta de fotos de recuerdo a raíz de las protestas de internautas ultrajados por este comercio.
Desde el 1 de agosto, Tokyo Electric Power (Tepco) vendía estos "objetos de recuerdo" en una pequeña tienda de la central, Us$2,7 por tres láminas plastificadas.
La compañía aseguró haber lanzado esta iniciativa para responder a las peticiones de trabajadores y visitantes de la central, que se convirtió en un lugar de renombre mundial tras la catástrofe nuclear del 11 de marzo de 2011 provocada por un enorme tsunami.
Hasta entonces, algunos guardaban los recibidos de la tienda como recuerdo para mostrar a sus familiares y amigos, según un portavoz de la empresa.
Pero la jugada les salió mal y suscitó un alud de críticas en las redes sociales.
"Es cierto que hemos recibido críticas, pero esa no es la razón por la que suspendimos las ventas", aseguró sin embargo el representante de Tepco.
La compañía, que ahora organiza visitas gratuitas del lugar para los residentes y los grupos escolares, adopta desde hace algún tiempo una política de "normalización" que se traduce por la reanudación de anuncios en televisión y de carteles en los trenes para publicitar sus servicios.
La catástrofe nuclear de Fukushima, la peor desde el accidente de Chernóbil en abril de 1986, provocó la evacuación de miles de habitantes, muchos de los cuales no regresarán jamás a sus hogares.