Las centrales eléctricas a carbón no desaparecerán totalmente en esta primera etapa del plan de descarbonización. Esto, porque, tal como adelantó PULSO, dentro del proyecto se contempló la figura del "estado de reserva estratégica" (ERE), que significará que las centrales iniciarán su proceso de cierre, pero tendrá que estar disponible en caso de alguna emergencia dentro de esta primera etapa.
"En caso que se requiera su reincorporación, es el Coordinador Eléctrico quien lo mandataría y tiene que estar en plazo de 60 días disponibles para entrar en operación. Es el mecanismo que nos da la seguridad de tener un resguardo ante eventualidades de emergencia como sequías extremas o falla de otras centrales", explicó la ministra de Energía, Susana Jiménez.
Otros de los aspectos que destacó la secretaria de Estado es que para realizar el plan, que contempla el retiro de las ocho centrales a carbón más antiguas del sistema en los próximos 5 años, descarbonización la matriz a 2040 y carbono neutral a 2050, se realizó un análisis para prevenir un impacto negativo en la seguridad y la eficiencia del sistema eléctrico nacional.
Sobre el futuro de los trabajadores de estas centrales que cerrarán sus puertas, la ministra Jiménez dijo que se encuentra contemplado y se está trabajando para reubicar a los trabajadores en nuevos puestos de trabajo y la capacitación que requirieran para sus nuevas labores.