A mediados del 2022, la startup chilena de aprendizaje de idiomas Poliglota cerró un convenio con BBVA, Citibanamex y Banorte para entrar de lleno al mercado mexicano. Así, un total de 23 millones de clientes de estas entidades bancarias (el 50% de quienes están bancarizados) se transformaron en potenciales usuarios de los cursos de esta edtech (empresa relacionada a la industria de la educación). Un estrategia similar que ya habían realizado con el Banco de Chile unas semanas antes.

El hito fue el mejor aliciente para que Carlos Aravena, CEO de Poliglota, se fuera a vivir a Ciudad de México para dirigir la operación de uno de los países más interesantes para las startups chilenas cuando quieren crecer. Aparte de cabalgar su negocio, durante este año -crisis económica mediante- Aravena ha aumentado la frecuencia e intensidad de sus consejos y comentarios para el ecosistema de las startups, principalmente en LinkedIn, con cientos de interacciones, transformándose cada vez más en un referente al respecto. Mal que mal, en pandemia Poliglota tuvo que reinventar completamente su modelo de negocios, pasando de un sistema de aprendizaje presencial en bares y cafés, a otro puntualmente online. El resultado fue exitoso y le permitió crecer aún más. Actualmente tienen 30.000 usuarios.

“2023 es un año que viene bien difícil”, comentó Aravena durante el programa de televisión online 1:1 de Pulso Startup, y agregó: “En 2022, los emprendedores nos dimos cuenta de que todo cambió con respecto al año anterior, cuando habían mucho fondos de riesgo dispuestos; así como los fondos de fondos que estaban sacando plata a raudales. Todo esto se dio también por el miedo a perder la oportunidad, lo que se conoce como el síndrome FOMO (del inglés fear of missing out o temor a dejar pasar). Eso empezó a disminuir mucho en 2022. Cualquier startup que quería levantar fondos debía hacer un due diligence más estricto, lo que hizo que todo anduviera más lento”.

¿Para 2023 seguirá la misma tendencia?

-Así es. Estamos optimistas para el 2023, pero también esperamos lo peor. Dado que hay inversiones que estarán congeladas y viene una crisis económica, habrá que hacer varios cambios para pasar el umbral del 2023 porque, a simple vista, el 2024 deberíamos volver a una cierta normalidad.

¿Qué cambios tienen que hacer la startups para enfrentar este panorama?

-Primero, la venta es lo más importante y tener más claro que nunca el “product market fit” (cuando se logra ajustar un producto de forma óptima en el mercado). En otras palabras, que el servicio o producto esté paquetizado y que cuando el cliente lo adquiera, sea capaz de decirle a otros que lo recomienda. Es clave que el emprendedor esté con ese foco, ya que cualquier tipo de levantamiento de inversión costará mucho más. Mejor centrarse en la venta, los clientes, el producto y tener la tracción lo más rápido posible.

¿Estaban muy “inflados” el financiamiento y la valorización de las startups? ¿Lo que está pasando sería una especie de corrección a algo que podría haber sido una burbuja?

-Son tendencias. Ese FOMO que tenían los inversionistas quizá en el 2024 aparezca de nuevo. Hoy, el capital de riesgo e inversionistas ya están. Y hay apuestas que han salido muy bien, mientras que otras se han ido a la quiebra. Pero siempre está el inversionista. Entonces, no tiene que ver con la inflación, sino con el momentum en que estamos. Por eso que hoy tendremos rondas más bajas que antes y otras que seguirán manteniendo la misma valoración de las startups. Pero, por otro lado, como el mundo está en crisis, hay otros sectores que tendrán más oportunidades.

¿Cómo cuáles?

-La educación, obviamente, ja ja ja.

¿Esta crisis económica se está viviendo igual en México que en Chile, o el resto de América Latina?

-Publiqué un post en LinkedIn desde México donde decía que en ese país no veo ni crisis, ni inflación. En el fondo, sí la hay, pero México es un mercado enorme y atractivo. Hoy estamos viviendo procesos bastante difíciles en toda Latinoamérica, pero se sienten menos en algunos sectores. Pero Chile tiene la ventaja de ser un mercado muy atractivo, a diferencias de la mayoría de los latinoamericanos.

¿Por qué?

-Porque tiene curvas de adopción de tecnología muy rápidas, está totalmente bancarizado y la educación digital está en prácticamente todo el territorio nacional. A diferencia de Latinoamérica, que está más atrás en estos elementos.

¿Cuánto esperan crecer 2023?

-Esperamos tener un crecimiento más mesurado, ya que buscaremos rentabilidad. No hemos hecho aún una ronda Serie A y cuando la hagamos, vamos a tener que estar alineados a lo que quieren los fondos en este momento. Creo que será un año donde los grandes crecimientos en términos de usuarios serán más orgánicos y esa es nuestra apuesta. Eventualmente, esperamos crecer al menos al doble de lo que estamos ahora. Pero antes de que se diera esta crisis económica, estábamos con proyecciones de crecer cuatro o cinco veces.

Entonces, ¿recomienda que el 2023 la startups pausen el levantamiento de rondas de inversión?

-Si tienen la oportunidad levantar rondas, increíble, pero va a estar más difícil. Por eso, hoy lo más importante es tener foco en el cliente y en la cultura de los equipos, ya que no es raro que existan las desvinculaciones masivas que hemos visto que están pasando. Es parte del juego de estar en una startup. No es fácil. Es importante entender que las startups competimos por talento y, a veces, nuestro principal trabajo es traer el mejor talento. Entonces, cuando hay una crisis económica o los flujos no están dando, para cada fundador es tremendamente doloroso tener que hacer desvinculaciones.