El presidente ejecutivo de General Electric, John Flannery, fue abruptamente removido este lunes poco más de un año después de asumir el puesto y la compañía anunció además un cargo de US$ 23 mil millones relacionado con su problemático negocio de energía.
La partida de Flannery cuestiona los planes para reorganizar una de las corporaciones más conocidas de Estados Unidos. El ejecutivo había prometido modernizar GE y convertirla en una empresa más ágil recortando empleos y abandonando varios negocios.
Las acciones de la compañía subieron 15,41 % antes del inicio de las operaciones en Wall Street, pero al cierre moderaron sus ganancias para cerrar con un avance de 7,09%. Los títulos habían caído más de la mitad desde que Flannery asumió el cargo en agosto del año pasado.
Flannery será reemplazado por el CEO de Danaher, Lawrence Culp quien contó con el apoyo unánime de la junta, dijo la compañía.
"GE sigue siendo una compañía fundamentalmente fuerte con importantes negocios y gran talento. Es un privilegio ser solicitado para dirigir esta icónica compañía", dijo Culp en un comunicado.
"Seguimos comprometidos con fortalecer el balance general, incluido el desapalancamiento", añadió.
El negocio de energía de la compañía, afectado por problemas con su última generación de turbinas de gas, registró una pérdida de US$10 mil millones el año pasado. La compañía señaló que debido al débil comportamiento en los negocios de GE Power (electricidad), la firma no cumplirá con el nivel de ganancias previsto para este año.