A las 3 de la tarde de este jueves, Chris Bannister, CEO de WOM, llamó a su equipo de gerentes para darles a conocer una noticia: su renuncia al cargo después de tres años. La información fue conocida posteriormente de manera masiva, mediante un video enviado a todos los trabajadores de la compañía nivel nacional. Bannister, conocido popularmente como el "tío WOM", asegura que desde un comienzo su plan era estar dos años en el país, pero terminó quedándose tres. Dice que aunque su plan era estar de paso, poco a poco fue consolidando su estancia. Su pareja chilena, asegura, también es una fuerte razón. Por ello, aunque su plan es buscar nuevas oportunidades -después de viajar un tiempo por Asia, que es lo que hará cuando abandone su puesto formalmente- piensa mantener una base en el país. A futuro, cree, Novator- el fondo de inversiones al que pertenece la compañía- ve opciones de replicar el que llama "fenómeno WOM" en otros países de la región. Y ahí él ve que podría aportar. Bannister será reemplazado por Christopher Laska a partir del 6 de agosto de 2018, ejecutivo de origen noruego con 20 años en la industria, ligado al grupo Telenor.
¿Cuáles eran las expectativas que tenía de Chile cuando decidió venir?
-Tenía expectativas positivas sobre Chile, desde el punto de vista de negocios. En nuestro sector, los precios eran altos, con escasa competencia. Cuando entramos, pienso que hicimos una diferencia. Ha sido mejor que lo que anticipamos. Es similar a lo que hicimos en Polonia, pero acá ha sido el doble de rápido. Ha sido mejor que lo que yo esperaba y las expectativas ya eran buenas. Amo Chile. Este es un hermoso país. Realmente disfruté aquí.
¿Y respecto al clima de negocios en Chile?
-Fue algo distinto a lo que esperaba. Analizamos el negocio, pero no el clima de negocios. A los incumbentes, no sólo en la industria de telefonía móvil, no les gusta la competencia. Nosotros solemos competir con ellos y los incumbentes han sido particularmente anticompetitivos desde que llegamos. En Chile hay una regla de los tres incumbentes, no solo en la industria de las telecomunicaciones.
¿Pensaba que era diferente?
-Yo sé que trataban de defender el negocio. Eso es esperable. Pero no esperaba la forma en que eso se hizo, manipulando equipos, monopolizando espectro y otras prácticas. Fue sorpresivo ver como ellos tratan de prevenir que haya nuevos entrantes en los mercados, defendiendo su cuota de mercado. Hay muchas barreras anticompetitivas.
En ese contexto, ustedes de todas formas entraron y han conseguido una cuota interesante de mercado. ¿Cómo fue todo ese proceso?
-Puedo decirlo ahora. Fue una tremenda aventura. Es excitante el proceso de construir una empresa como WOM. Nosotros generamos un quiebre en el mercado. Estamos cerca del 20% del mercado en 4G. Hemos invertido US$600 millones en Chile, tenemos Ebitda positivo desde el año pasado. En general, si miras mi currículum, estoy preparado para mi nueva aventura. Me gusta crear nuevas empresas, volverlas posibles.
¿Por qué solo tres años?
-La parte de formar una compañía, formar equipos, hacerlos creer en el cambio de la cultura, es lo que he hecho y más me gusta en mi carrera. Después de tres años, creo que es tiempo suficiente.
Es lo que he hecho por 30 años, en diez diferentes países.
¿Qué viene ahora?
-Yo diría tomar un tiempo de reflexión. Seguiré apoyando al nuevo CEO. No tendré responsabilidades en lo operativo, pero estaré para ayudar y asesorar. He tenido la posibilidad de trabajar en países en lugares maravillosos en el mundo. Voy a buscar mi próximo proyecto.
Deja la compañía en un momento complejo para la industria...
-Es el momento correcto. Hemos estado tres años peleando para que las autoridades entiendan que el espectro es una manera de introducir competencia en la industria. La Corte Suprema así lo entendió hace algunas semanas. Además, Subtel tomó la robusta decisión de congelar la banda 3,5 GHz.
¿WOM ayudó a generar ese ambiente más competitivo?
-Fue la razón. La única razón. Tres años atrás, el precio de 1 GB era alrededor de $21 mil. Hoy, con la entrada de WOM, 1GB cuesta aproximadamente $1.000. El precio del gigabyte bajó en 95% y el precio de los planes en 40%. Es mucho más competitivo ahora. Para nosotros el mayor éxito es haber bajado el precio del GB, pero también haber hecho accesible el uso de los datos móviles a la gente. Cuando entramos, el servicio de datos era accesible para el 10% de la población, y nosotros buscamos llegar al otro 90%.
Esta baja de precios, que inició WOM y siguieron los demás actores ¿es sostenible financieramente?
-Sí. Nosotros construimos un plan de negocios, invirtiendo US$650 millones, principalmente en infraestructura. No gastamos dinero en oficinas costosas, gastamos en el cliente. Nos aseguramos de usar de manera muy eficiente el espectro. Somos muy eficientes en el uso de nuestros activos. Para dar bajos precios se requiere un alto uso. Ese es un tema y así fue identificado hace cuatro meses. Cada mes, nosotros hemos tenido Ebitda positivo desde septiembre del año pasado. Nos adelantamos 12 meses del plan de negocios inicial. Y esperamos tener un flujo de caja con ganancias en la primera mitad de 2019. Todo este éxito ha llevado a que los inversionistas se comprometan a invertir otros US$350 millones en los próximos dos años.
Esa inversión, ¿a qué se va a destinar?
-A redes principalmente, antenas y crecimiento de nuestro sistema. Nosotros anticipamos un resultado positivo en las licitaciones de espectro. Seguimos invirtiendo en nueva capacidad.
¿Esperan en algún momento operar en 100% con red propia?
-Sí. Hoy con nuestra red propia cubrimos el 85% de la población y nuestros clientes. Y vamos a llegar a 100% en algún momento, aunque el roaming nacional nos da respaldo.