La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) mantuvo en 3,9% su proyección para el crecimiento de la economía chilena en 2018, pero pronosticó una desaceleración el próximo año, el que cerraría con una expansión de 3,3% del Producto Interno Bruto (PIB).
La estimaciones son menos optimistas que las del FMI, que recientemente previó una expansión de 4% en 2018 y 3,4% en 2019; las del Banco Central que estima aumentos de entre un rango de 4%-4,25% para este año y 3,25%-4,25% para el próximo y las del gobierno, que calculó una aceleración de 4,1% este ejercicio y 3,8% el próximo.
En tanto, para América Latina en general el organismo bajó a 1,3% la estimación para este año, frente a 1,5% pronosticado en agosto. Sin embargo, para 2019 se espera un crecimiento de 1,8% en la región, apoyada por un ligero repunte de Brasil, cuya economía pasaría de crecer 1,4% este año a 2,1% en 2019, y México que anotaría una leve aceleración de 2,2% a 2,3% entre ambos periodos.
Tensiones comerciales
En su actualización de proyecciones el organismo sostuvo que las estimaciones para 2019 se dan en un contexto de aumento de la incertidumbre y de los riesgos en el mediano plazo.
En este sentido señaló que un riesgo que subsiste para las economías emergentes en general y, dentro de estas, para América Latina y el Caribe en particular, es el de un mayor deterioro del ambiente financiero internacional. "Los altos niveles de deuda corporativa y soberana acumulados a lo largo de años de condiciones financieras globales laxas, constituyen un riesgo para algunas economías más expuestas a los cambios en el escenario financiero (mayores necesidades de financiamiento externo, mayor proporción de la deuda en moneda extranjera, mayor proporción de deuda de corto plazo, entre otros)", señala el documento.
Además, indica, en los últimos meses han venido escalando las tensiones comerciales. En este sentido sostiene que aunque éstas todavía solo se han visto reflejadas en moderadas revisiones a la baja del volumen proyectado de comercio mundial y de la actividad económica global para el año 2019, constituyen un riesgo para la actividad económica regional.
Agrega que las tensiones comerciales suponen un riesgo no solo para el volumen de comercio global y la tasa de crecimiento del mundo a mediano plazo, sino también para los precios de las materias primas y para las propias condiciones financieras globales -que suelen estar vinculadas a la mayor o menor percepción de riesgos.
Ante este escenario internacional, la Cepal indica que la demanda interna jugará un papel importante en el crecimiento de la región durante el próximo año y que aunque con diferencias entre países, se espera un mayor aporte de la inversión y también que el consumo privado siga siendo un motor relevante de la demanda interna en 2019.
De acuerdo a las previsiones de la Cepal en América del Sur el crecimiento sería liderado este año por Paraguay (4,6%), Bolivia (4,3%) y Chile y Perú con expansiones de 3,9% respectivamente, mientras que Argentina y Venezuela anotarían contracciones de 2,8% y 15% cada una.
En tanto en 2019 los mayores incrementos los anotarían Paraguay (4,7%), Bolivia (4,4%) y Perú 3,8% respectivamente. En tanto la economía de Argentina caería 1,8% y la de Venezuela decrecería 8%.