CFA advierte que próximo gobierno deberá ajustar el gasto público en casi US$6 mil millones para estabilizar las finanzas públicas

En su informe del primer trimestre, el Consejo Fiscal Autónomo afirmó que así el gasto público ha superado a los ingresos estructurales en 15 de los últimos 17 años, y ha existido un aumento sostenido de la deuda bruta y neta.
El escenario fiscal para este 2025 será complejo. En abril, el gobierno presentará un plan de ajuste fiscal y nuevas proyecciones de ingresos y gastos en el Informe de Finanzas Públicas. De acuerdo a lo que ha presentado el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) este año se necesita un ajuste por US$1.500 millones si es que se quiere cumplir la meta de balance estructural de -1,1% fijada en el decreto fiscal de Hacienda.
Pero si hacer ese recorte no será fácil, el próximo gobierno que asuma en marzo no tendrá la pista mucho más liviana, puesto que la situación fiscal seguirá siendo estrecha e incluso con holguras negativas.
En su informe trimestral sobre balance estructural del primer trimestre, el CFA resaltó que persistirá la estrés fiscal durante los próximos cuatro años. Según explican este es el resultado de una trayectoria iniciada con la crisis financiera global de 2008 y acrecentada por la pandemia de Covid-19 (2020-2021), que no se ha estabilizado. Para ejemplificarlo, mencionan que “el gasto público ha superado a los ingresos estructurales en 15 de los últimos 17 años, y ha existido un aumento sostenido de la deuda bruta y neta”, puntualizan
En cuanto a la trayectoria fiscal más reciente, sostienen que en 2022 se redujo significativamente el gasto público en 23%, retirando gran parte de las medidas extraordinarias de la pandemia. Sin embargo, tanto en 2023 como en 2024, que fueron años sin crisis, hubo importantes déficits estructurales, de 2,7% y 3,2% del PIB respectivamente, lo que profundiza el desafío de converger, al menos, hacia un balance estructural y estabilizar la deuda.

En este contexto, el CFA considera “imprescindible cumplir en 2025 con la meta estructural de -1,1% del PIB, lo cual requiere ajustes adicionales del gasto por al menos 0,5% del PIB este año como el mencionado de US$1.500 millones.
Plan de ajuste de mediano plazo
Como el estrés fiscal se proyecta al mediano plazo, el Consejo considera que, adicionalmente, se requiere un plan que genere espacio fiscal permanente. “La Dipres prevé holguras negativas cada año hasta 2029. En particular, proyecta que los gastos ya comprometidos superan el nivel compatible con las metas supuestas de BE en un promedio de 0,4% del PIB por año, lo que equivale a un total de 1,6% del PIB (US$5.950 millones) durante el período 2026-2029″, enfatizan.
El CFA resalta que, en ausencia de nuevos ingresos, la necesidad de ajuste podría ser mayor si no se gestionan adecuada y oportunamente una serie de riesgos. Entre estos, destacan: nuevos incumplimientos de las metas de Balance Estructural, el encarecimiento del financiamiento, efectos cambiarios en la deuda, subestimación de las necesidades de inversión pública, menor recaudación que la esperada de la Ley de Cumplimiento Tributario, y la activación de gastos o desactivación de ingresos que actualmente no estén adecuadamente registrados en la contabilidad fisca
En cuanto a la deuda bruta, si bien la Dipres proyecta que no superará el nivel prudente de 45% del PIB en el mediano plazo, el CFA advierte que también podría verse afectada por los riesgos señalados.
Las medidas
Si los candidatos leen este informe, el CFA les entrega una serie de recomendaciones para que puedan implementar y de esa manera lograr contener el gasto público durante los próximos cuatro años.
Lo primero que sugieren es alcanzar un acuerdo político amplio para lograr ganancias de eficiencia permanentes del gasto público; mantener el nivel prudente de deuda en 45% del PIB. Luego mencionan que se debe enfocar el ajuste fiscal requerido en el mediano plazo preferentemente en el gasto corriente.
Como tercera medida está el mejorar la planificación y gestión de la ejecución presupuestaria del gasto de capital, explicitar las razones para la disminución de la inversión pública comprometida a mediano plazo.
Como cuarto punto mencionan el precisar, aclarar y eventualmente corregir ciertas transacciones de la contabilidad para la regla fiscal y/o contabilidad
Para el CFA es importante que el ajuste se realice en gasto corriente y no de capital para no incidir en la inversión. “Por más de una década se ha mantenido una tendencia de subejecución del gasto de capital, lo que, de repetirse, junto a la reducción sustantiva de las proyecciones de inversiones hacia 2029, generaría efectos negativos en el crecimiento económico y, a la larga, potencialmente también en los ingresos fiscales”.
Para lograr este ajuste y considerando la necesidad de que la finanzas públicas sean sostenibles, sostienen que “es conveniente actuar oportunamente” y por ello resalta en la necesidad “de un acuerdo amplio en pos de la sostenibilidad fiscal, que incluya al Ejecutivo y al Congreso, para garantizar la coherencia entre los gastos permanentes y sus fuentes de financiamiento, y terminar así con el aumento sostenido de la deuda pública. Este acuerdo amplio requiere esfuerzos importantes en 2025, pero también a mediano plazo, por lo que abarca a la actual administración y también a las próximas”.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.