De mal en peor. Chile cayó a su lugar más bajo en el tradicional Informe de Competitividad Global del IMD (International Institute for Management Development) de Suiza y que en Chile se realiza en conjunto con la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.

La medición, que se realiza desde 2001 y que considera a 64 países, posicionó a Chile esta vez en el lugar 44 a nivel mundial, bajando seis lugares desde la versión del año pasado y quedando muy lejos de su mejor posición histórica: 19 en el año 2005. El documento muestra además que, a pesar de la mejora registrada en 2020 (cuando se pasó del lugar 42 al 38), la tendencia a la baja se evidencia desde 2011.

La caída de Chile en 2021 se explica por el empeoramiento en tres de los cuatro pilares del ranking. En el de Desempeño Económico nuestro país bajó de la posición 50 a la 53 a nivel global, debido al peor desempeño del empleo (posición 61) y de los precios (23), aunque este último factor sigue siendo uno de los mejor evaluados, junto con el stock de inversión y la resiliencia de la economía. Así, las debilidades están en la creación de empleo de largo plazo, en el turismo y en la complejidad económica.

Otro pilar que también mostró una baja en el país fue el de la Eficiencia del Gobierno, que pasó del lugar 20 al 22, siendo de todas formas el mejor pilar de Chile. Ahí las finanzas públicas pasaron del lugar 10 a nivel global al 15, mientras el marco institucional cayó 7 posiciones, desde el 19 al 26. En este pilar, destaca la política del Banco Central, que fue rankeada en el primer lugar mundial, seguido de las barreras arancelarias, que están en la tercera posición global. Por el lado de las debilidades, en ese pilar se realza la cohesión social (61) y el coeficiente Gini (58).

El pilar de Eficiencia de Negocios fue el tercero que anotó una caída, pasando del lugar 37 al 40, debido principalmente al mercado laboral (46) y a las finanzas (32). Lo más destacado favorablemente de este pilar es la actividad emprendedora en su etapa inicial, la que se posiciona segunda a nivel global.

El único pilar en el que Chile no retrocedió este año fue en el de Infraestructura, en el que se mantuvo en el lugar 45 del mundo. Ahí resalta el crecimiento del área forestal, que está sexto del mundo y las energías renovables (12). Lo más débil es la eficiencia del uso del agua (62).

A la baja

El vicedecano de la FEN y uno de los responsables del estudio en Chile, Enrique Manzur, sostuvo que “lo que uno observa cuando ve el largo plazo, es que en los primeros 10 años, desde 2001 hasta 2011, estuvimos entre 26 y 23 con pequeñas variaciones, pero bien competitivos. Después, de 2012 en adelante, vemos una caída que es más bien sistemática. Chile ha perdido competitividad, y esto tiene que ver con que el país se está quedando estancando. Más que estar haciendo cosas mal, es que los otros países mejoraron”.

Respecto al impacto del ambiente político en la competitividad del país, el académico indicó que “la situación política genera incertidumbre y la económica también, y se manifiesta en que el tipo de cambio varía mucho. Se hace más difícil evaluar proyectos, la inversión se contrae. La situación es compleja”.

El experto también analizó los impactos en la competitividad de un eventual cambio en el sistema previsional. “Si se cambiara radicalmente el sistema de pensiones, tiene un efecto a nivel individual, pero también global. El sistema de pensiones ha acumulado US$200 mil millones en ahorro; la mitad de eso está invertido en Chile, lo que ha permitido que las tasas de interés de los créditos sean más baratas. El mercado financiero chileno es sensible a lo que ocurra con los fondos de pensiones”.

A pesar de la caída en esta nueva edición del informe, Chile sigue siendo el líder de América Latina, seguido por México (55), Colombia (56) y Brasil (57). Todo esos países también han registrado una tendencia a la baja en los últimos 10 años.

A nivel global, el ranking es liderado este año por Suiza, país que desplazó a Singapur de esa posición. En segundo lugar se ubicó Suecia, seguido por Dinamarca y Países Bajos. El último de la lista es Venezuela, que se mantiene como la nación con el peor nivel de competitividad global, entre los países analizados.