Chile se encamina a convertirse en ser el primer país de la región en alcanzar los US$30 mil per cápita en 2022. Esta proyección hacia 2022 dejaría atrás en la misma fecha a países como Uruguay (US$ 28.133), Argentina (US$22.621) y Brasil (US$18.539) y pone en el último lugar de la región a Bolivia, con US$9.381.
Si bien el hito es relevante puesto que confirma la confianza que existe en las potencialidades de crecer de Chile a nivel mundial, también tiene la virtud de reabrir el debate acerca de lo que le falta al país para convertirse en una economía desarrollada.
Otro dato que muestra que el país avanza hacia el desarrollo es el indicador de movilidad social que publicó en junio la OCDE. De acuerdo a este reporte al comparar los ingresos de los hijos respecto a sus padres, se ve que en Chile la probabilidad que el hijo de un padre perteneciente al cuartil de menores ingresos se mantenga en el mismo nivel es comparativamente baja, y que la probabilidad que ascienda al cuartil de mayores ingresos del país es comparativamente alta.
Dicho de otra forma, en Chile una persona que se ubica en el 20% de menores ingresos tiene una probabilidad alta de salir de ahí en comparación con lo que ocurre en el resto de los países de la OCDE. De hecho, el informe muestra que Chile encabeza la lista de países con la mayor probabilidad de que un hijo llegue más lejos que su padre.
María Paz Arzola, investigadora de Libertad y Desarrollo (LyD) señaló que "en las últimas décadas Chile ha experimentado un mejoramiento significativo en sus indicadores económicos y sociales, lo que explica que las generaciones más jóvenes estén alcanzando un mayor bienestar que sus padres y abuelos.
Pero además, es un país que exhibe una alta movilidad social, lo que da cuenta de que dichas mejoras han llegado a todos los sectores, y que las oportunidades son cada vez más efectivas en términos de los resultados que han posibilitado".
Arzola añadió que "esto da cuenta de cómo las oportunidades han llegado incluso a los sectores más desaventajados y cómo estas oportunidades sí les han permitido alcanzar mejores resultados.
Sin duda uno de los principales factores para explicar dicho logro son los avances de nuestro país en materia educacional, que a pesar de que aquí muchas veces se han menospreciado, lo cierto es que han sido un avance tremendo".
Una mirada más cauta entregó el economista y ex presidente de la Comisión Nacional de Productividad, Joseph Ramos, quien subrayó que "más allá de este avance en la movilidad social, Chile sigue con un problema de desigualdad importante, y con resultados mucho mayores que los países de la OCDE".
Entre los parlamentarios tienen posiciones disímiles. El diputado de Revolución Democrática e integrante de la Comisión de Hacienda, Giorgio Jackson, se queda con otra conclusión del reporte: "Sobre el informe de movilidad social habla del 'ascensor social roto' y establece que en Chile se necesitan 6 generaciones o 180 años para transitar de los menores ingresos a ingresos medios.
Al final, el informe, califica la situación chilena como de 'muy baja movilidad y muy grande inequidad'. Eso no creo que sea para sacar cuentas alegres por ninguna parte".
Por su parte, Guillermo Ramírez (UDI) subrayó que "el informe de la OCDE refleja lo que muchos chilenos están notando en la vida común y corriente. Hace 30 años 1 de cada 2 chilenos era pobre, ahora es 1 cada 11. Eso es un reflejo de lo que ha mejorado Chile y de lo importante que es mantener una senda de crecimiento sostenible".