China anunció el martes un amplio paquete de medidas dirigidas a empresas estadounidenses, entre ellas Google , fabricantes de maquinaria agrícola y el propietario de la marca de moda Calvin Klein, minutos después de que entraran en vigor los aranceles adicionales de Estados Unidos sobre productos chinos.
Las medidas se anunciaron mientras Beijing también aplicaba aranceles a algunos productos estadounidenses, como el carbón y el gas, en una rápida respuesta a los nuevos aranceles sobre productos chinos impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y marcan la escalada de las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo.
El Ministerio de Comercio de China dijo que había puesto a PVH Corp, el holding de marcas como Calvin Klein y Tommy Hilfiger, y a la empresa estadounidense de biotecnología Illumina en su lista de “entidades no fiables”.
No ofreció más detalles sobre la investigación ni sobre lo que supuestamente había hecho Google para infringir la ley.
Los productos de Google, como su motor de búsqueda, están bloqueados en China, pero trabaja con socios locales, tales como anunciantes.
Google, PVH e Illumina no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios fuera del horario laboral habitual en Estados Unidos.
PVH ya había estado bajo la lupa de los reguladores chinos por conducta “inapropiada” relacionada con la región de Sinkiang.
El Ministerio de Economía chino también anunció aranceles del 10% sobre maquinaria agrícola y algunos automóviles que podrían afectar a empresas estadounidenses como Caterpillar y Deere & Co.
Los nuevos aranceles sobre productos estadounidenses comenzarán a aplicarse el 10 de febrero, según este ministerio.
Los anuncios realizados el martes intensificaron las restricciones comerciales entre Beijing y Washington, que se habían limitado en gran medida al sector tecnológico bajo la administración del expresidente estadounidense Joe Biden, que trató de restringir el acceso de China a los semiconductores de gama alta.
China dijo en diciembre que había abierto una investigación sobre Nvidia por una presunta violación de la ley antimonopolio del país, una investigación considerada en general como un golpe de represalia contra las últimas restricciones de Washington al sector chino de los chips.
Los productos de Intel vendidos en China también fueron objeto de una revisión de seguridad a finales del año pasado por parte de un influyente grupo industrial chino.
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