La actividad china, principal motor del incremento de 40% de los precios del cobre desde el mínimo que tocó en marzo, sigue dando muestras de su potente reactivación. La jornada de este miércoles informó un crecimiento de 3,2% en el segundo trimestre de 2020, el cual sobrepasa las estimaciones promedio del mercado, que llegaban a 2,4%.

Con sus grandes metrópolis liberadas de la cuarentenas del virus, el gigante asiático fue dejando rápidamente en el pasado los desastrosos primeros tres meses del año, periodo en que su actividad marcó un retroceso de 6,8%.

Este miércoles por la noche el gigante asiático también informó un aumento de 4,8% en la producción industrial de junio, consolidando así la ruta de avances que se trazó en abril y mayo, tras la baja de 1,1% de marzo, la mayor en 30 años.

Previo a los datos de esta jornada, a principios de esta semana China también reportó un crecimiento de 0,5% en sus exportaciones y de 2,7%, mientras que el mercado estaba anticipando contracciones para ambas mediciones. Además, con anterioridad, las encuestas PMI dieron cuenta de que sus sectores de servicios y manufacturas se encuentran firmes en territorio de expansión.

Reactivación

De esta manera, incluso sin los más recientes datos sobre la mesa, en Beijing las autoridades destacan las mejoras económicas. “Hemos entrado en un estado más normal”, señalaba a fines de la semana pasada Guo Kai, subdirector del departamento de política monetaria del Banco Popular de China, agregando que “en la próxima mitad del año, la economía volverá a la normalidad, y el papel de la política monetaria tradicional puede volverse más obvio”.

Este análisis es compartido por Wang Tao, economista jefe de China del banco suizo UBS, quien ha señaló en un reporte a sus clientes que “la recuperación económica debería continuar, luego del reciente repunte en el segundo trimestre. El consumo interno probablemente mejorará aún más con el apoyo continuo a las políticas y la normalización de la actividad económica”.

Estos resultados han sido celebrado por los inversionistas en Shanghai, cuya bolsa experimentado un alza de 26,4% desde el mínimo alcanzado a principios de marzo. Además, el mercado está confiado en que reactivación siga su curso.

Según los datos recopilados por Bloomberg, hasta ayer se estaba apostando por un crecimiento de 5% para el tercer trimestre y de 6% para el siguiente. Sin embargo, el duro golpe pasará la cuenta en el balance anual. Así, se anticipa que en 2020 el crecimiento será de apenas 1,8%, para repuntar 8% en 2021, cifras que se alinean con los pronósticos más recientes del Fondo Monetario Internacional.

Con todo, Wang espera que “las políticas sigan siendo de apoyo, mientras que la recuperación continua últimamente ha reducido los incentivos para un mayor estímulo a corto plazo”. Sin embargo el Central chino, ya señaló que ve poca necesidad de proveer de soporte adicional a una economía china que ya retomó un buen ritmo de crecimiento.

“Se tomaron medidas y políticas (algunas recientes) en respuesta al brote de coronavirus, y una vez que completaron su misión, se retiraron”, indicó Guo, precisando que desde el análisis de la institución “bajar las tasas de interés de manera apropiada no significa que, cuanto menos, mejor”.